El Gobierno desestima una queja de la Iglesia
Pese a negar en forma rotunda que exista tensión en la relación entre el Gobierno y la Iglesia Católica, el canciller Rafael Bielsa respaldó ayer por la mañana en el Senado la aprobación sin objeciones ni reparos del protocolo adicional de la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación de la Mujer (Cedaw, según su sigla en inglés).
El día anterior, el Episcopado había advertido que el citado protocolo abría la puerta a la legalización del aborto, al considerar que la "destrucción voluntaria" de la vida en el seno materno "es un crimen".
Bielsa formuló estas declaraciones al exponer ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, horas antes de que la Santa Sede respaldara la continuidad del obispo castrense, monseñor Antonio Baseotto, cuya remoción había pedido explícitamente el Gobierno.
"La opinión técnica de esta Cancillería es que este instrumento no genera derechos nuevos, ya que es un mecanismo de consulta cuyas disposiciones no son vinculantes y si hubiera exceso de las mismas, no tendrían validez", afirmó Bielsa, ante varios senadores preocupados por saber la opinión del Poder Ejecutivo sobre el controvertido protocolo.
Para que no quedaran dudas de cuál es la postura del Poder Ejecutivo en el tema Cedaw, el canciller afirmó que el protocolo "ni directa ni indirectamente alude al aborto".
Acto seguido, se mostró confiado en que el debate parlamentario del tratado "no es un punto de conflicto" de la administración de Néstor Kirchner con la Iglesia Católica.
El protocolo adicional del Cedaw fue remitido por el Poder Ejecutivo para su ratificación parlamentaria el año pasado, y sólo en febrero último consiguió dictamen de la Comisión de Relaciones Exteriores, que preside el peronista misionero Ramón Puerta, quien ayer recibió al ministro.
El texto sometido a análisis del Senado avala la creación de un comité de seguimiento de la eliminación de formas de discriminación contra la mujer en los países signatarios del protocolo. En ese sentido, ese órgano ha formulado varias recomendaciones, algunas de las cuales son leídas por la Iglesia Católica como reclamos a favor de la despenalización del aborto. Por eso, el tema genera fuertes divisiones en el seno del bloque oficialista que mantienen empantanada la aprobación del proyecto.
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