El gobierno porteño le pidió disculpas a la Iglesia por Avogadro
El escándalo por las imágenes del ministro de Cultura Enrique Avogadro en las que se lo ve comer de una torta que representa a Cristo yacente pasaron rápidamente de las redes sociales a las instituciones. Ayer, el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, le envió una carta de repudio al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horario Rodríguez Larreta, en la que manifiesta que se trata de "un agravio al espíritu religioso y que no colabora ni a la pacificación anhelada de nuestra sociedad ni al debido respeto al ejercicio de las creencias que conviven pacíficamente en nuestra patria". Además, en la plataforma Change.org, más de 17.000 firmas (hasta las 22) solicitaban al jefe de gobierno la destitución del ministro "por su grave ofensa a la religión católica".
Larreta respondió casi de inmediato la misiva de Poli: "Como jefe de gobierno debo decir que coincido con usted. Entiendo el malestar que todos los fieles atraviesan frente a un hecho que vulneró un tema tan central y dogmático para la fe católica. Debo decir que coincido con usted. En lo personal, como creyente que soy, la actuación del ministro de Cultura, Enrique Avogadro, me duele. También me sentí agraviado y sorprendido". Sin embargo, aclaró: "Luego de una profunda conversación con el ministro Avogadro, creo en su genuino y sincero arrepentimiento, así como también en su voluntad de reparación".
Anteanoche, Avogadro hizo su descargo en las redes: "Lamento sinceramente si alguien se vio ofendido en sus creencias más íntimas por mi presencia en la misma. Lamento el malestar que me transmitieron muchas personas a las que quiero y respeto, que seguramente es reflejo de una sensación similar en muchas otras personas [...] Como persona tengo una opinión muy clara a favor de la libertad de expresión [...] Entiendo que los funcionarios tenemos un rol que trasciende lo personal y, por lo tanto, somos responsables de nuestras intervenciones. Es por eso mismo que quiero disculparme".
El ministro de Cultura iba a estar ayer en una reunión de prensa en el Complejo Teatral de Buenos Aires, a un año de la reapertura del Teatro San Martín. No fue. A la noche estaba previsto que formara parte de la charla "Pensar la cultura para construir el futuro", en el centro cultural El Sabato, de la UBA. Tampoco asistió.
La historia se remonta al jueves pasado, cuando el ministro estuvo en la apertura de la Feria Arte Contemporáneo Argentino (FACA). Durante el fin de semana se viralizaron en redes sociales las imágenes en las que Avogadro come una porción de torta hecha con la forma del cuerpo de un Cristo, performance de los artistas rosarinos Pool & Marianela, creadores hace unos años de versiones de la muñeca Barbie como la Virgen de Guadalupe y de Ken como Jesús.
Otra voz que se manifestó fue la de monseñor Rubén Frassia, obispo de Avellaneda y Lanús. Para él, las disculpas del ministro no bastaron: "La superficialidad en lo mediático, la falta de objetividad y de respeto una vez más, independientemente de la motivación con que se realizó, nos preocupan. Me parece que solo las disculpas no son suficientes".