El huevo de la serpiente
DE MUNICH A AUSCHWITZ Por Ferran Gallego-(Plaza & Janés)-521 páginas-($ 16)
El libro de Ferran Gallego es un libro atípico, raro, excepcional en la historiografía española, la actual y la de siempre. Si algo ha caracterizado a los historiadores españoles ha sido su miedo a salir del marco de los problemas estrictamente domésticos. El localismo ha sido un viejo vicio que en los últimos años se ha convertido en patología enfermiza. Se han escrito centenares de publicaciones sobre el franquismo, reiterativas y plagadas de obviedades las más de ellas, pero ninguno de los muchos historiadores españoles del franquismo ha osado levantar la mirada para contemplar la génesis de los fascismos europeos entre los que se inserta el caso español. Ferran Gallego, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona, lo hace, por primera vez, insistimos, entre los historiadores profesionales españoles. Entre los más de cuatrocientos autores que recopila en su bibliografía, el único historiador español que sale citado es C. Vidal que, entre otros temas, ha escrito también sobre el holocausto y su revisión.
Pero la excepcionalidad del libro de Gallego no radica sólo en la selección del objeto de su interés como investigador, del que ya nos había dejado testimonio en alguna publicación anterior. Personalmente, me resulta tan infrecuente como su temática de análisis su singular discurso expositivo, sus dotes de escritor absolutamente extraordinario, que refleja un conocimiento exhaustivo de la literatura y del pensamiento contemporáneo, de Thomas Mann a Adorno, Camus, Styron o Levi. La prosa de Gallego, preñada de referencias culturales, conduce al lector por derroteros históricos complejos -nada menos que el itinerario histórico que va del Munich de 1914, de la gestación del nazismo, con un Hitler de veinticinco años que asoma su cabeza entre una multitud en la Feldeherrhalle de la ciudad, al Auschwitz de 1945 del exterminio y del fracaso de la experiencia nazi- a través de un ejercicio tan erudito como literario, que el lector no puede sino degustar a fondo. Hallazgos sutiles en los títulos de algunos capítulos como el del período 1930-1933 ("Hombres que pudieron reinar") o del momento final ("Viaje al fin de la noche") conforman un discurso que tiene mucho de cinematográfico en su expresividad, con la secuencia del proceso evolutivo del nazismo en sus diferentes etapas (nacimiento revolucionario, adolescencia de 1919 a 1923, crisis de 1923 a 1925, expectativas y gran salto, el poder y la gloria) y el análisis de su naturaleza (educación sentimental, proyecto científico, terror sistemático, demagogia...).
Pero lo más atípico del libro de Gallego es, desde mi punto de vista, su propia ambición científica. Gallego no se propone la descripción del nazismo en términos de simple morfología político-bélica y su interés tampoco se centra en la biografía de Adolf Hitler, con todas sus connotaciones morbosas que ha estudiado la biografía de Kershaw. El camino analítico por él escogido va mucho más lejos ya que pretende desentrañar las claves sociopolíticas del nazismo, superando las trampas intelectuales clásicas que han lastrado el estudio de ese movimiento: la banalización del terror por la vía de la cuantificación o la reiteración del patetismo de las imágenes y las estrategias revisionistas, desde la de la difuminación del nazismo en la fosa común de las atrocidades del mundo moderno sin más a la renuncia a explicarlo racionalmente con el argumento de que toda comprensión conlleva un fondo de justificación moral.
Gallego ataca duramente todas las coartadas revisionistas estableciendo los matices que las separan -particularmente son destacables las distintas líneas argumentales en Alemania, Francia, Italia y Japón- y aborda el reto de la racionalización del nazismo y su estela terrorífica del holocausto. Ni la generalización simplificadora ni la coartada del excepcionalismo patológico le sirven. Renuncia a la comodidad de los tópicos discursos moralistas, que penalizan desde el miedo pero en la distancia, para reivindicar "volver a pensar en Auschwitz", resituar el nazismo en la historia. "Devolverle al nazismo su lugar en la historia no es absolverlo. Por el contrario puede ser el camino para documentar una condena que ni siquiera acepta el atenuante fraudulento de la locura. Supone comprenderlo en una época de desconcierto, de inseguridad, de caducidad o inconsistencia de valores. Es integrarlo en un período de crisis, de modernización acelerada en el mundo material y en las concepciones políticas. Y es contemplarlo como una de las respuestas que recién iniciado el siglo XX, se quiere dar a los desafíos de la modernidad". Estos son los objetivos que Ferran Gallego se plantea en su libro y desde luego el lector podrá superar las explicaciones clásicas del nazismo como un testimonio de la violencia estructural del capitalismo, como un reflejo de la crisis de los sistemas democráticos, como un indicador antropológico de las patologías de la modernidad. Descubrirá la funcionalidad interna de su ideología, la coherencia con determinadas demandas de su tiempo, la lógica de la evolución de aquel huevo de la serpiente inicial.
Gallego tiene muy claro que la condena del nazismo no excluye la necesidad de analizarlo racionalmente y que la repugnancia moral no inhabilita el derecho a conocer la realidad histórica. Hasta el fondo.
lanacionar