El idioma español, un activo intangible que cotiza en alza
MONTEVIDEO.- ¿Qué beneficio puede obtener un habitante de la ciudad uruguaya de Colonia del hecho de que las telenovelas argentinas sean en Israel un éxito que impulsa a centenares de adolescentes a estudiar español? ¿De qué le sirve a un rosarino que la música pop grabada en castellano alimente uno de los negocios más poderosos de la industria discográfica norteamericana?
Determinar cuánto y de qué manera aporta la lengua española a la economía de los países que la hablan es el ambicioso objetivo que, en poco más de dos años, se propone alcanzar el seminario internacional Valor Económico del Español: una Empresa Multinacional, organizado por la Fundación Telefónica con la colaboración de la Secretaría General Iberoamericana y el apoyo de la Fundación Círculo de Montevideo, cuyo segundo capítulo terminará de desarrollarse hoy en esta ciudad.
El primer encuentro tuvo lugar en Sevilla, en junio último, y el próximo se hará en Alcalá de Henares. Alternando España con Iberoamérica, al cabo de seis reuniones se darán a conocer las conclusiones basadas en los trabajos de los investigadores de las distintas disciplinas que participan en el seminario (economistas, lingüistas, sociólogos) para diseñar, a partir de allí, políticas que permitan sacar el mayor provecho cultural y económico de una lengua compartida por más de 400 millones de personas.
Materia prima
"La lengua es un activo intangible de valor macro y microeconómico, al ser objeto de actividades productivas (en el caso de la enseñanza del idioma), materia prima de actividades productivas (como la creación literaria) y medio necesario para la actividad productiva", dijo ayer el director del seminario, José Luis García Delgado, durante el acto de apertura.
"Estas son capacidades y funciones de la lengua que siempre existieron, pero que ahora cobran mayor interés porque estamos en tiempos del dominio de la sociedad del conocimiento, donde lo crucial es qué se sabe", afirmó.
"Hay una idea que da unidad a todo el seminario: la lengua potencia la economía -continuó-. Lo saben los empresarios españoles, que han aprendido a internacionalizarse en Iberoamérica; lo saben los que en Estados Unidos ganan mejor salario por ser bilingües en español; lo saben los inmigrantes que con el aprendizaje del español encuentran allanados los obstáculos para la integración laboral y social."
La preocupación por los beneficios económicos que puede producir el uso del castellano no es nueva en España. Desde 1996 existe la Asociación Español Recurso Económico, y ya en 2003 el libro El valor económico de la lengua española , de Angel Martín Municio, publicado por Espasa, indicaba que el aporte del idioma al PBI de España (a través de la publicidad, la industria editorial y la discográfica, entre otras) rondaba el 15 por ciento.
La preocupación, sin embargo, sí es relativamente nueva en otros ámbitos y en estas orillas del Atlántico. "Hace años, el valor económico del español no era un tema académico", señaló el vicepresidente de la Academia Nacional de Letras del Uruguay, Adolfo Elizaincín. "Las academias han tenido hasta ahora un interés casi exclusivamente filológico en la lengua. Pero ahora surgen nuevos temas -destacó-. Uno de ellos es el de este seminario."
¿Unico y global?
Elizaincín también planteó otro. "Hay en el mundo 400 millones de hablantes de español. Ya que el idioma no es uno solo, ¿cuál es el español que hay que enseñar? Esa es la gran polémica que se plantea en la industria de la lengua. Y el tema no sólo debe ser discutido en el nivel técnico, sino también en el político. Nuestra lengua es internacional desde hace siglos. La pregunta es si también es una lengua global, capaz de acompañar la globalización", se preguntó.
Enrique Iglesias, máxima autoridad de la Secretaría General Iberoamericana y ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, destacó cinco rasgos de la comunidad iberoamericana en los que el idioma español cumple un papel central: la identidad; la cultura; los valores transmitidos a través de una misma lengua; la migración, que puede ser integrada por medio del idioma, y una economía en la que una misma lengua puede funcionar como puente para las inversiones.
Javier Nadal, vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, coincidió en este punto: "Telefónica sabe de las ventajas de trabajar en un lugar donde se comparten idioma y costumbres".
Nadal matizó el optimismo general ante el avance del español en el mundo con una observación: "El español no es todavía el idioma del pensamiento. La ciencia y la mayor parte de los contenidos de la Red se producen en inglés".
En ese sentido, el empresario consideró que es "un reto la penetración y el asentamiento del español en la sociedad de la Red".
El seminario cierra hoy con otras mesas, entre ellas una sobre la industria de la enseñanza del español como lengua extranjera, y otra sobre el español en las tecnologías de la información y el comocimiento. Luego se compartirán las conclusiones.
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