Hicieron una nueva traducción de "Pedro Páramo". El mundo de Juan Rulfo conquista a los lectores franceses
Gallimard planea editar su obra completa
Habían pasado sólo cuatro años de la aparición de "Pedro Páramo" cuando, en 1959, la editorial Gallimard tradujo la novela de Juan Rulfo al francés. Se anticipaba así al reconocimiento universal de este título, uno de los más famosos del siglo XX en lengua española. Pero, contrariamente a lo esperado y a la fama posterior de la novela, los resultados de esa traducción no fueron óptimos. La obra pasó casi inadvertida para el lector francés y Gallimard se olvidó de una nueva edición por más de 30 años.
El año último, en coincidencia con el cincuentenario de la publicación de "Pedro Páramo", Gallimard recuperó los derechos de esta novela y la tradujo de nuevo al francés, gracias al oficio de Gabriel Iaculli. En 2001 Iaculli ya había realizado una nueva traducción de "El llano en llamas", con tan buen resultado que inmediatamente se le encomendó la versión de "Pedro Páramo".
Gustavo Guerrero, editor responsable para América latina, explicó: "Gallimard ha traducido los principales libros de Rulfo y esto abre la perspectiva, a mediano plazo, de una edición de sus obras, anotada y dirigida a un lector francés que sienta la admiración por un clásico y un autor de culto". El editor contó que estas "obras" estarían integradas por "El llano en llamas", "Pedro Páramo", "El gallo de oro" y una selección de fotografías tomadas por el autor de "Diles que no me maten".
"Tenemos ya traducido el corpus completo de Rulfo. Estos son sus tres libros fundamentales, aunque quizás añadamos otros textos tomados de sus cuadernos para hacer así una edición completa y anotada", precisó Guerrero, quien prevé esta edición para dentro de cuatro o cinco años.
Severo Sarduy, el mentor
La traducción al francés de "El llano en llamas" y de "Pedro Páramo" era algo necesario, explicó. De hecho, recordó que desde fines de los años 70 era prácticamente imposible encontrar en las librerías la traducción de estas obras, que en su momento habían sido impulsadas por Severo Sarduy, cuando dirigió para Gallimard la colección de autores latinoamericanos.
Por lo mismo, desde 1997 se empezó a negociar con la agente Carmen Balcells la compra de los derechos de autor y también se buscó un nuevo traductor, Gabriel Iaculli, quien ha traducido a muchos autores latinoamericanos. Cuando en 2002 apareció "El llano en llamas", Guerrero recordó que la crítica se deshizo en elogios "ante ese extraño autor mexicano que había permanecido en el olvido durante tantos años". Algunos críticos llegaron a calificar la traducción de Iaculli de "mágica".
"El éxito de ese libro de cuentos no sólo puso de manifiesto que era posible darle a Rulfo el lugar que le correspondía en Francia, sino que también era necesario ofrecer una nueva traducción de sus libros", dijo.
Añadió que las primeras traducciones no fueron del todo afortunadas. "Aparentemente hubo algunos problemas con los acentos y los nombres locativos en las primeras ediciones de los libros."
Para Guerrero, Rulfo debe ser un autor que cuente para los lectores franceses tanto como Jorge Luis Borges, Pablo Neruda o Alejo Carpentier. "Y parece que así va a ser, porque los primeros resultados muestran que la novela está recibiendo una acogida similar a la que tuvo «El llano en llamas»", dijo.