El Nobel podría apartarse de la ficción
ESTOCOLMO (AFP).- El Premio Nobel de Literatura fue adjudicado durante varias décadas a escritores de ficción y a poetas, pero pocos días antes del anuncio se reveló que este año el prestigioso galardón podría estar destinado a un género totalmente distinto.
Si bien la lista de los aspirantes es muy similar a la de los últimos años, e incluye a los novelistas Philip Roth, Joyce Carol Oates (ambos de los Estados Unidos), Ismael Kadaré (Albania), Amoz Oz (Israel) y al poeta Tomas Transtroemer (Suecia), la Academia Sueca podría reservar una sorpresa.
"La Academia ha dicho que quiere ampliar el premio, lo que podría abrir las puertas, por ejemplo, a periodistas literarios como el polaco Ryszard Kapuscinski", dijo Eva Bonnier, directora de la editorial sueca Bonnier.
Cambio de rumbo
"Kapuscinski es una posibilidad. Sería muy interesante si la Academia decidiera actuar en esa dirección", opinó Ola Larsmo, crítico literario independiente que escribe para el diario Dagens Nyheter. Si la Academia decide premiar un nuevo género, Larsmo dijo que podría ganar un importante crítico literario. "Alguien como Roland Barthes, Maurice Blanchot o Susan Sontag. Pero todos ellos han muerto [y el premio no puede ser otorgado en forma póstuma], de modo que no estoy seguro de quién podría ser el candidato más apropiado en la actualidad", añadió.
El director de la Academia Sueca, Horace Engdahl, dijo: "Es importante que el premio evolucione de la misma manera que evoluciona la literatura". Y si finalmente fuese adjudicado a un escritor que no se dedica a la ficción no sería la primera vez, afirmó Engdahl, recordando que Alfred Nobel no especificó en su testamento que tuviera que ser otorgado a un escritor de ficción.
Desde que el primer Premio Nobel fue adjudicado, en 1901, varios escritores que no se dedicaban a la ficción ni a la poesía lo han recibido, incluido a Bertrand Russell, en 1950, por su obra filosófica y Winston Churchill tres años después por sus textos históricos.
"Hace mucho tiempo desde que el premio ha sido otorgado a alguien así. La literatura estética ha dominado porque creo que la tendencia modernista tiende a desaprobar a la literatura científica", dijo Engdahl, y agregó que quizás había llegado el momento de repensar los objetivos del premio. La Academia Sueca, que antes dejaba filtrar informaciones, ha tenido mucho cuidado en los últimos años de mantener el secreto sobre el nombre del galardonado.
"Tenemos una disciplina muy estricta. Ningún documento sale del edificio y los miembros de la Academia no están autorizados a discutir la elección por correo electrónico ni con sus familiares. En lo que va del año no hemos visto ninguna señal de que haya habido alguna filtración", destacó Engdahl. "Los candidatos deben figurar en la lista al menos dos años seguidos para ganar", indicó Engdahl, e insistió en que la votación final no está influida por criterios como el sexo o la geografía. "La Academia es imprevisible, y eso es muy bueno. Cuanto más imprevisible sea, mejor será para la literatura", explicó.