El país requiere más enfermeros graduados
En un momento en que las oportunidades laborales no abundan, el dato de que en la Argentina faltan alrededor de 20.000 enfermeros no debería pasar inadvertido para quienes se sienten atraídos por las ciencias de la salud.
La cifra, aportada por la licenciada María Margarita Rabhansl de Desmery, directora académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Austral, se inscribe dentro de un contexto donde la necesidad de profesionales de enfermería es una realidad, no sólo nacional, sino también internacional.
En la mayoría de los países se detecta la probabilidad de que aumente la demanda de servicios de salud para los próximos años, de la mano de un aumento en la expectativa de vida de la población y de cambios socioeconómicos, científicos y técnicos, que crean una mayor necesidad en la utilización de recursos humanos especializados.
Pocos profesionales
A pesar de que en la Argentina hay una importante oferta académica en el campo de la enfermería universitaria, el número de estos profesionales en relación con el número de habitantes es muy bajo, sobre todo si se lo compara con países de la América anglosajona.
En efecto, mientras aquí hay 7,14 enfermeras cada 10 mil habitantes, en Canadá y Estados Unidos hay una relación de 87,78 y 95,4 enfermeras por cada 10 mil habitantes, y su número triplica al de los médicos.
"En la Argentina, por el contrario, hay una enfermera cada 5 médicos, y el Banco Mundial sugiere 4 enfermeras por cada médico", dice la licenciada Desmery.
A mediados de la década del 90 -últimos datos disponibles- había en el país 85 mil profesionales, de los cuales sólo el 1,7 por ciento era licenciado en Enfermería, mientras que el 29,4 por ciento tenía el título intermedio de enfermero.
El 69 por ciento restante se componía de auxiliares de enfermería y "empíricos".
"Esta estructura ha variado durante el último quinquenio, debido al fuerte proceso de profesionalización que se viene dando en todo el país, con la instrumentación de licenciaturas presenciales y a distancia y la reconversión de auxiliares y de personal empírico", dice la magister Ana María Heredia, asesora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según explica, la fuerza de trabajo en enfermería no ha aumentado en relación con el crecimiento de la población y con la demanda de los servicios asistenciales.
"Frente a una mayor demanda, nuestro país tendrá dificultades para mantener una oferta adecuada de personal de enfermería", dice Heredia.
Formación
En veinte universidades nacionales y en media docena de privadas se puede estudiar actualmente Enfermería.
En casi todos los casos la licenciatura dura cinco años, con un título intermedio de enfermero al cabo de tres años de estudios, que ya pone al egresado en condiciones de matricularse para el ejercicio profesional.
La licenciada Desmery destaca la importancia de la enfermería universitaria para mejorar la calidad de vida de la sociedad.
"El médico diagnostica y trata. En cambio los cuidados de enfermería deben ser una rica interacción entre lo humanístico y lo científico", asegura la directora de la carrera que depende de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral y se dicta desde 1996.
Algunas de las actuales facultades reconocen su origen en sanatorios que formaban su propio personal de enfermería, como por ejemplo la carrera que nació en 1908 dentro del Sanatorio Adventista del Plata, en Entre Ríos.
Allí funcionó la Escuela de Enfermería hasta 1977, y, luego de pasar por distintas dependencias, desde 1991 funciona en la Universidad Adventista del Plata.
"Buscamos formar enfermeros altamente capacitados, humana, técnica y científicamente, con un enfoque preventivo, curativo y de rehabilitación", dice la licenciada Blanca Iturbide, directora de la carrera de Enfermería de esa casa de estudios.
"Los egresados trabajan en servicios de atención primaria, asistenciales y de cuidados críticos, en instituciones públicas y privadas, dentro y fuera del país", asegura.
Inserción laboral inmediata
La licenciada Sonia Caballero, directora de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica de Cuyo, carrera que se dicta en las sedes de San Juan y de San Luis, explica que la inserción laboral es casi inmediata en todos los niveles de la profesión.
En la Universidad Católica de Cuyo la carrera data de 1967. Nació como respuesta a la necesidad de formación profesional para responder a los requerimientos de la región noroeste de la Argentina.
"Los egresados tienen ocupación plena al egresar del primer ciclo", asegura la licenciada Caballero.