Unidad cristiana. El Papa restituyó una imagen a Rusia
Es el ícono de la Virgen de Kazán
MOSCU.- El ícono de la Virgen de Kazán, uno de los más venerados por los cristianos rusos y que durante los últimos once años permaneció expuesto en la capilla privada del papa Juan Pablo II, fue devuelto ayer a la Iglesia Ortodoxa Rusa, en un gesto de acercamiento entre las iglesias cristianas.
El patriarca ortodoxo ruso Alexy II aceptó formalmente la imagen de Nuestra Señora de Kazán -que data del siglo XVIII y es una réplica de la imagen original encontrada en 1579- de manos del cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, al final de una ceremonia ortodoxa de tres horas, realizada en la Catedral de la Asunción, en el Kremlin.
Tras recibir la imagen, el patriarca dijo que ese ícono "inculcó a muchos católicos el amor por Rusia, la Iglesia Ortodoxa Rusa y su legado cultural" y que "nos recuerda el tiempo de la antigua Iglesia, que no estaba dividida".
El cardenal Kasper manifestó a los rusos que, al devolver el ícono, la Iglesia Católica expresaba su profundo respeto por la fidelidad de la población rusa a su fe.
Símbolo de unidad
"A pesar de la división que aún persiste entre los cristianos, este ícono sagrado aparece como un símbolo de la unidad de los fieles del Hijo único de Dios", declaró el Papa, en un mensaje enviado a Alexy y entregado por el cardenal Kasper.
La imagen es una copia del original que apareció por primera vez en 1579 y que fue robado en 1904 del monasterio erigido en el lugar de esa aparición, conocido como de las Doncellas de Kazán. Muestra el rostro de la Virgen María y el Niño Jesús, rodeados por detalles trabajados en oro y piedras preciosas.
En 1993, un grupo de católicos norteamericanos presentó al Papa el ícono, de 32 por 36 centímetros, que habían recuperado en una subasta y custodiado en Fátima. Desde que lo recibió, Juan Pablo II expresó el deseo de llevar personalmente el ícono a Rusia y de reunirse con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa.