El sonido como metáfora: cuando escuchar es la clave para descubrir lo oculto
Gastón Pérsico pone el foco en la experiencia sonora en una muestra multidisciplinaria, La música es mi casa, que busca dotar de nuevos sentidos a consumos culturales al cambiar su contexto
Atento a la posibilidad de abrir las puertas a una nueva dimensión perceptiva, David Toop, músico, escritor, curador y artista sonoro inglés, postuló en Resonancia siniestra. El oyente como medium -un excelente libro editado en 2013 por el sello independiente Caja Negra- la idea del sonido como metáfora de la revelación mística, los deseos prohibidos, lo desconocido. En ese largo ensayo, Toop plantea el sonido como una ausencia presente y el silencio como un presente ausente, para concluir que escuchar equivale a conectarse con aquello que subyace a las formas del mundo.
En La música es mi casa, exposición basada en la experiencia sonora que se abrirá pasado mañana en el Malba, Gastón Pérsico retoma con estilo propio algunos de esos conceptos: "Efectivamente, las formas de la ausencia son uno de los temas que sobrevuelan este trabajo -explica-. Cómo una ausencia puede ser una presencia y cómo algo ausente puede de todos modos permitirnos percibir algo".
A partir de analogías formales, alusiones y moldes temáticos, el espacio de la exposición, creado sobre la base del cruce de lenguajes (artes visuales, poesía, diseño gráfico, música), recontextualiza diferentes referencias culturales, históricas y estéticas para establecer relaciones inesperadas que promuevan distintas capas de sentido.
En 2014, Pérsico -egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes Rogelio Yrutia en 1989 y graduado en Diseño Gráfico de la Universidad de Buenos Aires en 1997- montó en La Fábrica, un espacio de San Telmo, una exposición que fue el puntapié de este proyecto que ahora llega ampliado al Malba. "A mí me habían despertado mucha curiosidad las letras de la música house, que en el contexto de una fiesta nocturna en una discoteca suelen pasar inadvertidas -señala-. En ese género, la voz está usada casi siempre como un instrumento más. Son frases breves que se repiten para marcar un ritmo. Y como suelen estar en otro idioma (por lo general, en inglés), para nosotros son todavía más abstractas. Entonces traduje algunas letras de house clásico de fines de los 80 y principios de los 90. Esas letras son recitadas en español por tres voces distintas, como si fueran poesía, en un tono más bien neutro y sin música. Cada voz repite una frase o una palabra todas las veces que también son repetidas en los temas. En el espacio, esas lecturas grabadas se complementan con un haz de luz que se mueve y cambia de color, como ocurre con las luces de una discoteca. Lo que investigo es cómo percibimos la música en determinados contextos y las formas de comportamiento de ciertas subculturas. Al mismo tiempo, busco poesía en un lugar donde, en apariencia, no la habría."
Periféricos y centrales
Al margen de esta pieza central, La música es mi casa también incluye intervenciones de cinco artistas invitados que dialogarán con ella utilizando distintos recursos (el periodista Pablo Schanton dará el sábado 3 de junio una conferencia performática y los DJ Pareja presentarán una instalación sonora el 7 de ese mes, por ejemplo). Además, se publicarán dos libros, uno con las traducciones de las canciones que forman parte de la obra principal ("El audio de la obra transformado en poesía", sintetiza Pérsico), y otro con textos teóricos de autores invitados (Schanton, el curador de la muestra Mariano Mayer, la poeta española María Salgado, la arquitecta argentina Marina Zuccón y el poeta francés Yves Bonnefoy, de quien se reproduce una conferencia dedicada a la relación entre el vanguardista Mallarmé y la música).
Pero el asunto no termina ahí. También acompañarán la muestra principal una serie de piezas escultóricas realizadas a partir de deconstrucciones de entornos arquitectónicos y materiales asociados a mobiliarios domésticos, de discotecas, salas de ensayo y conciertos. "Hay un cubo de madera negro que es una referencia directa al monitor de retorno que usan los músicos en un concierto. Y además unos cuadros realizados con superposiciones de esas telas negras que se usan para las tapas de los parlantes de los equipos de audio domésticos y una escultura hecha con pies de micrófonos y sobres internos de los vinilos. Los sobres son de papel blanco y remiten al white label: los discos que habitualmente usan los DJ son copias promocionales sin rótulo, ni inscripción ni créditos, o directamente piratas. Hay, por último, una escultura hecha con esas vigas que se usan en las parrillas de iluminación de una sala de conciertos. Una parada, que va del piso al techo, como un pilar, y otra recostada. Ya en Heavy Mental había cruzado la música de género (el heavy) con la filosofía. El objetivo es otra vez que varias disciplinas y materiales entren en colisión para que a partir de ese choque aparezca algo nuevo."
Tres de sus obras para descubrir
Heavy Mental Records
2006
Instalación-disco para la que Pérsico escribió las letras mediante la técnica de cut-up, tomando textos de filósofos contemporáneos, luego musicalizadas por tres bandas heavies
Copy/Paste:
Random Wishes
2007, en colaboración con Cecilia Szalkowicz
Los 36 artistas invitados al Cisneros Fontanals Art Fundation (Miami) tenían una gran cantidad de materiales para crear estos deseos aleatorios, entre ellos una fotocopiadora cargada con papel preimpreso, tachos espejados y tubos fluorescentes
Foreword Cubista
2011, en colaboración con Cecilia Szalkowicz y Mariano Mayer
Trabajo presentado en el Espacio Abisal de Bilbao (España). El proyecto (una decena de textos de sala que “traducían” una instalación artística) funcionaba como comentario sobre los mecanismos de producción del campo del arte
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