Emotivo homenaje al profeta de la literatura
Abrió en Alejandría una muestra de imágenes y textos
ALEJANDRIA.- Con el cabello cubierto y en perfecto español, Abeer Mohamed Hafez se presentó ante los panelistas de la Asociación Borgesiana: "Para nosotros, Borges es un profeta de la literatura".
Las palabras de la joven profesora, titular del Departamento de Español de la Universidad de El Cairo, sintetizaron el pensamiento del grupo de intelectuales egipcios que ayer asistieron a la inauguración de la muestra "Borges, imágenes y manuscritos", en la Biblioteca Alejandrina.
El encuentro comenzó con una charla sobre Borges a cargo de los escritores Alejandro Vaccaro, Roberto Alifano y Alejandro Roemmers, acompañados por el embajador Faher Khalifa, subdirector de la biblioteca. Al abrir el diálogo, Khalifa explicó que la actual Biblioteca Alejandrina está inspirada por el mismo espíritu que su antigua predecesora: propiciar el acercamiento de los pueblos y la mutua comprensión de las diferentes culturas.
"La literatura es un lenguaje universal que le habla a una audiencia global -reflexionó-. Y quien haya vivido en América latina sabe cuán importantes han sido los aportes de Borges a la literatura. Aunque no ganó el Premio Nobel por razones políticas, es una de las mayores figuras de las letras del siglo XX."
Roemmers destacó "la insaciable curiosidad" de Borges como uno de los rasgos característicos de su inteligencia y recordó que la mayor felicidad del escritor era la buena literatura. "Borges eligió vivir en el mundo virtual de las ideas -dijo- y se distanció de los sentimientos y las pasiones de las personas. Esa posición existencial pone la creación por encima de la vida." Habló, luego, de búsqueda metafísica en su producción y de su "obsesión con el tiempo".
También puso de relieve el valor del silencio en la obra del escritor. "Los espacios vacíos le pertenecen a Borges aún más que sus palabras. Cualquiera puede apropiarse de las palabras que usaba Borges, pero nadie puede apropiarse de los enigmas que planteó."
Un gran lector
Ante una audiencia atenta que conocía a Borges por su obra más que por su vida, Alifano eligió aproximarse a la figura del escritor a través del relato de su experiencia personal como asistente de Borges durante casi diez años. Evocó al autor de "Fervor de Buenos Aires" como un hombre con mucho sentido del humor ("le encantaba divertirse, encontrar los aspectos humorísticos de la vida") y reflexionó sobre una afinidad que se hace evidente entre su creación y la tradición de la Biblioteca Alejandrina: "A Borges le hubiera encantado estar aquí y, de alguna manera, lo está", dijo.
El cierre de la presentación estuvo a cargo de Vaccaro. Luego de agradecer a todas las personas que, desde Buenos Aires y en Egipto, hicieron posible la muestra, el presidente de la Asociación Borgesiana señaló que, más allá del valor literario de la obra de Borges, uno de sus mayores legados fue "el hecho de habernos dejado la certeza de que para ser un gran escritor hay que ser un gran lector".
Vaccaro recordó también a Epifanía Uveda, Fanny, que durante más de treinta años fue el ama de llaves de Borges y, curiosamente, murió el sábado último, horas antes de que la muestra de Borges fuera embarcada rumbo a Egipto.
Las preguntas y los comentarios que el público, integrado principalmente por estudiantes y profesores universitarios, hizo a los panelistas revelaron un conocimiento fino de la escritura y el pensamiento de Borges. Las inquietudes se centraron en la relación del escritor con la deconstrucción y las teorías sobre la lectura aparecidas a mediados del siglo XX; la presencia de la violencia en su obra, y su concepto del tiempo. En este punto, tanto Roemmers como Alifano coincidieron en que Borges se aproximó al problema del tiempo desde todos los ángulos posibles, y Roemmers concluyó: "Tal vez, en realidad, la reflexión más importante de Borges sobre el tiempo sea la respuesta que dio a la pregunta acerca de si Dios existe: «Entiendo a Dios como una sucesión infinita de causas y consecuencias»".
Ya en la sala de exposiciones, Vaccaro, acompañado por el embajador de la Argentina en Egipto, Osvaldo Pascual, y por el consultor de la embajada, Ricardo María Betta Roel, recorrió las diferentes vitrinas que exhiben manuscritos e imágenes de Borges respondiendo las preguntas de la prensa y del público.
Entusiasmada con la muestra, Abeer Mohamed Hazef contó a LA NACION que sus alumnos de la Universidad de El Cairo se han vuelto "adictos" a la literatura argentina, especialmente a Borges, Arlt y Cortázar. ¿El motivo? "Es una producción de ruptura como ninguna otra de América latina. Y tiene mucho que ver con el mundo árabe".
La joven profesora no estaba sola en su entusiasmo: Vaccaro recibió, de parte de un docente de inglés, la propuesta de desarrollar una rama egipcia de la Asociación Borgesiana. Al cabo de tres semanas, cuando deje la Biblioteca Alejandrina, "Borges, imágenes y manuscritos" seguirá viajando por el mundo. Probablemente vaya a la República Dominicana y a otro lugar de fuerte valor simbólico: la ciudad de Ginebra.
Flores en la tumba
La embajada argentina en Suiza organizó ayer un homenaje a Borges en su tumba, en el cementerio ginebrino de Plainpalais. Además de María Kodama y del alcalde de Ginebra, Dominique Berli, depositaron ofrendas florales un grupo de legisladores argentinos que participan de la reunión anual de la OIT. Estaban los senadores Roxana Latorre, Silvia Gallego, Fabián Ríos, Gerardo Morales y Alfredo Martínez y Elida Vigo.