"En las ciudades históricas se vive como Disneylandia"
Francesco Bandari, de la Unesco, advierte sobre los efectos del turismo en la protección cultural
La cultura y el cambio climático constituyen las prioridades con mayúsculas de la Unesco en la actual gestión de la flamante directora general, Irina Bokova, que asumió hace menos de un mes en el organismo.
Así lo estimó Francesco Bandarin, director del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, de visita en la Argentina, donde se reunió con representantes de América latina y del Caribe en Villa Ocampo.
El funcionario explicó que uno de los asuntos por "torear" en la actualidad es la historia urbana en todo el mundo. Y advirtió: "Los alcaldes quieren resolver los impactos del turismo, pero no ponen medidas para proteger las ciudades."
El visitante estimó que en las últimas décadas hubo un enorme aumento del turismo urbano. "La industria turística es de rendimientos rápidos. Y hay que medir el impacto que esto tiene en las ciudades", fue su comentario.
Dijo, al respecto, que en el mundo hay actualmente una rotación turística de 1000 millones de personas. "La previsión es que en 2020 será de 1600 millones de turistas. Todo está adecuado al turismo y en estas ciudades, todo se mueve en función de Disneylandia", expresó.
–¿Cuáles son las principales amenazas de las ciudades históricas en el mundo?
–Si se mira la Lista de Patrimonio Mundial, sobre 890 sitios protegidos, 250 son ciudades. Eso nos da la dimensión del problema. Son sitios que evolucionan cada día, porque cambia la sociedad, las costumbres, la economía. El problema es resolver cómo se mantienen los valores del patrimonio histórico y los culturales asociados a cuestiones intangibles.
–¿Hay forma de hacerlo?
– Hay que desarrollar dos tipos de orientaciones. Una que trate de interceptar al turista. En la Unesco suscribimos un convenio con Trip Advisor, que por año recibe 30 millones de visitas a su website. Ellos suben nuestra Lista de Patrimonio Mundial y nuestras recomendaciones. Y también nos aportan contribuciones financieras. En segundo lugar, hay que estructurar la industria turística. Junto con la Fundación de Naciones Unidas (UNF), creada por Ted Turner, se constituyó la World Heritage Alliance (Alianza de Patrimonio Mundial) para expandirla a todo el mundo. Hay otros tipos de amenazas para las ciudades que son más difíciles de tratar: el tejido urbano, que crece en las periferias de las ciudades y destruye la integralidad visual de una ciudad. En octubre de 2011 la Unesco tratará una nueva recomendación para la conservación del paisaje histórico urbano.
–¿Cuál es la relación del sector privado con la conservación del paisaje histórico urbano?
–La industria de la construcción no tiene mucha relación con la conservación del patrimonio. Otros sectores como el de la minería sí lo tienen. Esta industria asume el compromiso de no explotar minas en sitios inscriptos en la Lista Mundial. Nuestra directora Irina Bokova dijo que la cultura no está contemplada en los grandes objetivos del milenio. La palabra no aparece. Y esto tiene que ser cambiado. La cultura es el centro de la vida humana. Hay que poner el tema del patrimonio más cerca de la agenda de los grandes países y de la industria. Tenemos un trabajo enorme por hacer.
–¿En qué áreas avanzó la Unesco en los últimos años?
–En el tema del medio ambiente hemos dado pasos muy significativos. Hay recursos, estrategias, políticas y el tema está en la agenda de los grandes países. El problema con el patrimonio histórico es que aparece más vinculado con las culturas locales, lo que constituye un error de percepción, porque la cultura es un bien común con muchas articulaciones. La diversidad cultural es el mantra de la Unesco.
–¿Dónde pone hoy la Unesco el mayor esfuerzo presupuestario?
–En Africa, como región. Estamos trabajando con el Fondo Patrimonio Mundial Africano, una institución hermana de la Unesco, con sede en Sudáfrica. Allí estamos poniendo más expertos, más inversión; tenemos una carrera de capacitación y formación de cuadros. En todo el mundo hay 30 sitios en peligro y 13 de ellos están en Africa. Los conflictos de guerra impactan mucho en los sitios naturales.
–¿Cuáles son los sitios más comprometidos?
–Tenemos el gravísimo caso del Congo. Prácticamente todos los sitios del Congo están dañados. El Parque Nacional Virunga (la mayor reserva de gorilas de montaña) está perdiendo muchos de sus valores. Esto también ocurre en los territorios palestinos, como antes sucedió en los Balcanes. Las guerras y los conflictos armados son terribles sobre el patrimonio porque éste se vuelve un botín para destruir dado que representa la identidad de una comunidad.
Candidaturas de la Argentina
Bandarin señaló que la Argentina "no es muy activa" en los últimos años para la presentación de candidaturas nacionales a la Lista de Patrimonio Mundial. La única que involucra al país, junto con otros de la región andina, es la del Camino Andino que será presentada en 2011 para ser discutida por la Unesco al año siguiente.
"El último sitio de la Argentina fue inscripto en 2003: la Quebrada de Humahuaca. Toda América latina tiene 140 sitios. Y la Argentina, ocho. Cuatro de ellos son naturales y el resto, sitios culturales", dijo Bandarin.
Y añadió: "Desde 2003 no presenta ninguna candidatura. Se intentó con La Plata y con Buenos Aires, pero por el momento fueron rechazadas. En cambio estamos trabajando mucho con el Camino del Inca, es una postulación de varios países que será presentada el año próximo para ser tratada en 2012. No hay en el mundo otra candidatura de esta dimensión. La Unesco ya ha aportado más de un millón de dólares a este proyecto".