El escándalo por los títulos fraguados. Es débil el control sobre las universidades
Admiten que el vacío legal acerca de los convenios que se firman favorece prácticas irregulares
En la Argentina no hay ninguna normativa que regule y controle los convenios que las universidades firman con otras instituciones, ni un registro centralizado de estos acuerdos.
Este vacío legal -admitido por las autoridades y amparado en la autonomía de las universidades para funcionar- abre la puerta a las irregularidades que se detectaron últimamente con la entrega y oferta de supuestos títulos fraguados en España, en la que están involucradas, con distintos grados de responsabilidad y conocimiento, al menos tres universidades argentinas.
La ley de educación superior, en vigencia desde 1995, sólo promueve "la articulación del sistema" para, en teoría, facilitar los cambios de carreras, la continuación de estudios en otras instituciones y el reconocimiento de estudios cursados. Esto se traduce en que los institutos terciarios y las universidades firmen acuerdos para que los egresados terciarios puedan completar licenciaturas en las universidades. Para los terciarios, ofrecer la posibilidad del título universitario aumenta su atractivo ante potenciales alumnos. "Se supone que la universidad respeta el prestigio de sus títulos y controla la calidad académica de las instituciones con las que firma convenios", dijo a LA NACION Carlos Pérez Rasetti, especialista en educación superior.
En la práctica, sin embargo, a veces por negligencia y otras por el atractivo de, por ejemplo, abrirse a un redituable mercado externo con una oferta educativa, ese control no siempre se realiza de manera exhaustiva.
Los acuerdos entre universidades, organismos gubernamentales, empresas y otras instituciones educativas son una práctica habitual, y muchas veces muy positiva, que avala trabajos de investigación conjuntos, cooperación, pasantías de estudiantes, y una variedad de colaboraciones académicas. Pero también pueden dar lugar a irregularidades. "En cada universidad hay una regulación interna que es la de preservar el nombre de la institución. Pero si hay una cultura institucional que permite las irregularidades, es más fácil que sucedan", admitió el secretario de Políticas Universitarias, Daniel Malcolm.
Aunque reconoció el vacío legal, marcó la existencia de otras regulaciones en vigencia, compatibles con la autonomía. Por ejemplo, que cada universidad tiene una unidad de auditoría interna, que hace informes periódicos sobre los aspectos más diversos del funcionamiento de la institución -presupuesto, personal, compras-, y que se remiten a la Sigen, que a la vez hace sus propias investigaciones periódicas. "Hay temas clásicos en esos controles, y uno son los convenios. La Sigen puede pedir toda la documentación existente sobre ellos y la universidad debe tener un registro y entregarla", dijo Malcolm.
También, afirmó, hay controles institucionales internos. Por ejemplo, para ser válido, un convenio debe ser aprobado por el Consejo Superior de la universidad (lo que no había sucedido en el caso de la Universidad Nacional de Formosa). Sin embargo, hay quienes piensan que es necesario compensar la autonomía con mayores garantías de calidad. "El sistema tiene que asumir un modo de dar garantías, como lo hace con las carreras de interés público que deben ser evaluadas y acreditadas", dijo Pérez Rasetti. "El Estado que reconoce los títulos y les da validez nacional no debe hacerlo como una mera inscripción, o un registro, sino con una garantía de la formación académica recibida", afirmó.
Avances lentos
En los últimos años, ha habido avances en ciertos controles desde el Ministerio de Educación. Por ejemplo, desde hace dos años, el reconocimiento oficial del título se hace con mención de la sede universitaria en la que se cursó la carrera, debido a que muchas universidades han abierto subsedes en otras localidades, o en las instalaciones de institutos terciarios, que no siempre tienen calidad equivalente con su sede central.
Sin embargo, se afirma, no existen sobre las subsedes y anexos controles exhaustivos suficientes. Por otra parte, acaba de cumplir un año la reglamentación que deben cumplir para su reconocimiento las carreras de pregrado, grado y posgrado que se dictan a distancia, otro campo de crecimiento explosivo y control dificultoso.
Las autoridades admiten que es un proceso de implementación lenta. Hasta ahora, sólo unas 30 carreras a distancia se han presentado para su reconocimiento en el Ministerio de Educación, y sus trámites están en distinto grado de avance.
"Esto sólo tiene validez en el país. Pero hasta ahora no se presentó ningún proyecto de titulación a distancia con una sede fuera de la Argentina", dijo Horacio Santángelo, coordinador de Educación a distancia de la Secretaría de Políticas Universitarias, quien admitió que ése es un tema por trabajar de inmediato. "Habría que generar una regulación específica y en ella debería intervenir el ministerio y la cancillería", recomendó.
Segun los especialistas, el tema es difícil de enfrentar por una doble complejidad. Por un lado, las universidades suelen esgrimir la autonomía ante los avances regulatorios del Estado. Por otra, es operativamente complejo. En el caso de las subsedes, por ejemplo, muchas instituciones mantienen un registro único de alumnos, aunque cursen en distintas sedes, lo que dificulta los controles. "Estos escándalos pueden dar ahora legitimidad para avanzar sobre estas cosas", admitió un funcionario de la cartera educativa.
Regulación con matices
Límites
- La ley de educación superior, en vigencia desde 1995, sólo promueve "la articulación del sistema" para facilitar los cambios de carreras y la continuación de estudios en otras instituciones.
- La firma de convenios con otras instituciones queda librada a cada universidad, que, se supone, cuida el prestigio de sus títulos y controla la calidad académica de los organismos con los que firma acuerdos.
Avances
- Desde hace dos años, el reconocimiento oficial del título se hace con mención de la sede universitaria en la que se cursó la carrera.
- Acaba de cumplir un año la reglamentación que deben reunir para su reconocimiento las carreras de pregrado, grado y posgrado a distancia, otro campo educativo de crecimiento explosivo y control dificultoso..