Falleció el periodista Enrique Comellas
Hombre joven, que además traslucía un renovado espíritu y aspecto juvenil, Enrique Comellas -fallecido ayer a los 57 años y cuyo sepelio se realizó en la Chacarita- era, sin embargo, uno de los más antiguos miembros de la Redacción de La Nación .
En una época de cambios vertiginosos, de mutaciones sorprendentes y de intensa renovación en los elencos humanos, sus 32 años entre nosotros le permitieron ser un testigo privilegiado de esa transformación tanto en lo que toca a La Nación como en el vasto mundo que el periodismo refleja.
Comellas practicaba con entera devoción ese voto de "perfil bajo" que ha sido rasgo distintivo del periodista clásico. Era correcto, mesurado, diligente. Redactor de singular eficiencia; era también un notero destacado, como lo demostró con creces a lo largo de su ejercicio profesional, a través de innumerables notas y series de publicaciones de muy variados temas que reflejaban tanto su infinita curiosidad como su vasta formación intelectual.
Se inició en La Nación en 1968, al ingresar en la vieja sección Comunicaciones e Interior, donde se recibía la información que llegaba de las provincias y del exterior. Pasó luego por las mesas de Interior y del Gran Buenos Aires, por Gobierno y por Exterior.
De sus primeros años son dignas de memoria las recorridas que hacía por las provincias, donde reflejaba los problemas que aquejaban a las comunidades locales y, más tarde, el seguimiento de la actividad de las agrupaciones políticas.
Comentarista, después, de la información del exterior y enviado para profundizar en determinados asuntos, llegó a ser un conocedor profundo de la maléfica e importante incidencia que en América latina tiene el narcotráfico. En sus crónicas escritas desde Colombia reflejó en los últimos años con particular nitidez cómo vive y sufre la población en un país amenazado por la acción de las organizaciones guerrilleras.
Enrique Comellas redactaba ceñido a la exposición conceptual y apartado de todo deseo de llamar la atención. Aspiraba a una perfección somera y a ser riguroso en la adjetivación, y lo conseguía, al punto de haberse usado textos suyos como modelo en institutos de formación periodística. En 1981 obtuvo el premio Partido de Lanús merced a la nota "Lanús y su historia: una vieja influencia de caminos".
Fuera del diario, Comellas, nacido en esta ciudad hace 57 años, fue un karateca apasionado. Esa afinidad deportiva, en amalgama con su aptitud profesional, lo convirtió en autor de un libro sobre esa disciplina y otras afines, aparecido en 1982, y que se llama "Los puños de Asia", interesante y documentada historia de las artes marciales.
Sin embargo, y más allá de sus importantes virtudes profesionales, Comellas quedará en el recuerdo de quienes tuvieron la fortuna de trabajar junto con él como un excelente compañero, cálido, solidario y siempre dispuesto a dar una palabra de aliento o un consejo siempre justo. Anoche, en la Redacción de La Nación sus compañeros hicieron un minuto de silencio en homenaje a su memoria.