Muestras. Formalismo y crítica irónica
Las cuadrículas inquietantes de las pinturas de Marcelo Boullosa, en la Galería Del Infinito y los proyectos bananeros del Grupo Escombros, en la Galería Archimboldo
Marcelo Boullosa es un artista que ha exhibido su obra, quizá con un ritmo lento pero sin pausa, en muestras personales y colectivas desde hace quince años. Siguiendo un sobrio proceso de depuración, desde sus comienzos se inclinó hacia la nueva pintura abstracta. En esta exposición, la sexta presentación individual, profundizando esa vía, alcanza una apreciable libertad con nuevas estrategias visuales.
Las telas que Boullosa presenta en la Galería Del Infinito se caracterizan por su estructura formal fundada, sin excepciones, en la cuadrícula (según el Diccionario de la Real Academia Española, un "conjunto de los cuadrados que resultan de cortarse perpendicularmente dos series de rectas paralelas").
Todas las telas, con dimensiones diversas, reiteran la misma partición del espacio bidimensional. Pero la cuadrícula, aunque ostensible, no es rigurosa. Los pequeños cuadrados que la componen están afectados por "traiciones" a la regularidad, están desplazados, manipulados. Lo que se mantiene sin trastorno alguno son los colores planos, seductores, y las superficies refinadas de los cuadrados.
Con estos recursos, Boullosa incorpora en sus composiciones una subjetivad que lo perturba todo de manera sutil. La composición ya no tiene una lógica similar a la del Tablero de ajedrez, con sus escaques uniformes de dos colores.
Con esta operación plástica, el artista parece cuestionar el argumento de un conocido ensayo de la crítica norteamericana Rosalind Krauss, quien sugirió que la cuadrícula regular en la pintura, desde Mondrian hasta Sol LeWitt, anunciaba la voluntad de silencio del arte y su hostilidad respecto a la narración. Boullosa, con sus alteraciones, interrumpe el silencio de la retícula con nuevos significados, otorga otra participación interpretativa al espectador. En definitiva, logra que el tema central de la exposición sean los desvíos de la cuadrícula, lo marginal, lo suplementario.
Marcelo Boullosa (Buenos Aires, 1956) presentó su primera muestra individual en 1991. Fue becario del Fondo Nacional de las Artes y de la Fundación Antorchas. Integró el envío argentino a la Bienal de La Habana, Cuba, en 1994.
(En Del Infinito arte, Avenida Quintana 325, planta baja, hasta el 14 de octubre)
Lo que el poder oculta
En la Galería Archimboldo, el Grupo Escombros presenta "Proyecto para el desarrollo de los países bananeros según las grandes potencias". El conjunto de obras (de realización colectiva, sin identificación de autor), está realizado con medios no habituales para el colectivo platense: pinturas (técnicas mixtas y un óleo) y objetos construidos con materiales heterogéneos. Sólo se repite, en unos y otros, el motivo central de la muestra: el plátano.
En las pinturas, la banana, con escuetos agregados, se convierte en submarino, en transatlántico, en filmadora, en computadora, en "Máquina de escribir" (una lapicera con pluma), en arma secreta, etcétera. Los objetos, con el infaltable plátano, pueden ser tanto una "lujosa" pluma fuente como un teléfono. La ironía y la crítica son evidentes. En el texto de presentación, los artistas afirman que Escombros, como es su costumbre, "revela lo que el poder oculta y dice lo que la sociedad calla", pero "lo hace a través del humor: esa forma sutil, dolorosa, de la conciencia".
Un proyecto similar, con el dibujo esquemático de una minicomputadora, fue presentado en 1976 en la exposición América Latina (Fundación Joan Miró, Barcelona) y en Arte en cambio, del Centro de Arte y Comunicación (CAYC). Los autores eran Horacio D´Alessandro, Luis Pazos y Héctor Puppo, integrantes del grupo Fábrica de Ideas S. R. L. Hacia fines de la década de los ochenta, los tres artistas, acompañados por David Edward y Juan Carlos Romero, constituyeron en la ciudad de La Plata el Grupo Escombros. Según su oportuna definición, eran los "Artistas de lo que queda". En 1990, en esa vía, publicaron un pequeño libro de tapa amarilla, dedicado a los Proyectos para los países bananeros, con veinte dibujos en blanco y negro.
Desde 1988, las presentaciones de Escombros realizadas en la vía pública, así como sus exposiciones en museos, galerías y otros espacios, están relacionadas con el manifiesto "La estética de lo roto", que firmaron todos los miembros del colectivo. "Arte en las ruinas" (1989) fue una de las primeras acciones del grupo, realizada en una calera dinamitada en Ringuelet, localidad vecina a La Plata.
La nómina de actividades del Grupo Escombros es extensa y las publicaciones y manifiestos son abundantes. En "La estética de lo humano" (2000), el tercer manifiesto, como una definición, se señala: "La opción ya no es capitalismo o socialismo; democracia o totalitarismo; Primer Mundo o Tercer Mundo. La opción es entre lo humano y lo inhumano".
(En Archimboldo, Reconquista 761, planta alta, hasta el 22 de octubre)
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