No descarta volver a hacerlo en el futuro. García Márquez dice que dejó de escribir
El escritor colombiano expresó que aunque podría redactar una nueva novela sin problemas, la gente se da cuenta si no "se ponen las tripas" en esa tarea
MADRID (EFE).– El escritor colombiano Gabriel García Márquez admitió que dejó de escribir, pero no descartó que un día vuelva a hacerlo.
"Con la práctica que tengo, podría escribir una nueva novela sin más problemas, pero la gente se da cuenta si no has puesto las tripas", asegura el escritor colombiano en un resumen de esta entrevista que el diario español La Vanguardia publicará en su próximo suplemento dominical.
García Márquez se detiene en diversos aspectos de sus dos últimas obras, el volumen de memorias "Vivir para contarla" (2002) y la novela corta "Memorias de mis putas tristes" (2004).
Sobre la continuación de la primera, el escritor explica qué obstáculos de índole personal impiden una pronta aparición del segundo volumen, sobre el que ya había estado trabajando.
En cuanto a "Memorias de mis putas tristes", García Mázquez descubre que la versión finalmente publicada es una quinta parte de lo que inicialmente previó.
Barcelona. En la entrevista, el escritor también habla de su estancia en Barcelona y reconoce que al comienzo de las década de los setenta, allí se "vivía excelentemente.
Rememora también cómo, en aquellos años, escribió "El otoño del patriarca", su novela sobre el ocaso de un dictador, y como decidió no regresar a España tras la muerte de Franco (1975), que lo sorprendió en Bogotá.
Además revela que, de forma anónima, suele ir cada año a su casa de Barcelona: "Ahora hacía cinco años que no lo hacía y mi visita del 2005 causó demasiado alboroto".
El poder. Su fascinación por el poder es también otro tema de la entrevista que se publicará en el suplemento dominical, en la que habla del ex presidente del gobierno español Felipe González y de Bill Clinton -algunos de los políticos que todavía le visitan-.
También se refiere a su papel de mediador en el proceso de paz colombiano entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno.
"He sido siempre más conspirador que firmador", asegura el Premio Nobel.
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