Guía de libros de ficción y no ficción
La vaca. Asteroides. Marilyn Monroe. Lucero Zarza. El silencio de Kind. Ningún lugar sagrado. La novela de la Argentina.
No ficción
La vaca
Por Augusto Monterroso
(Alfaguara)-149 páginas-($ 15)
Autor. Nació en Guatemala en 1921. Reside en México donde se exilió, por razones políticas, en 1944. Obras completas (y otros cuentos) , 1959, fue su primer libro. Le siguieron, entre otros, Lo demás es silencio y Viaje al centro de la fábula . En 1997 le fue concedido el premio Juan Rulfo.
Tema. Se trata de un conjunto de veinte trabajos misceláneos, con algo de ensayo, otro poco de nota más o menos de ocasión, y trazos de anecdotario personal referidos especialmente a la historia de las lecturas y a algunas de las obsesiones del autor. La atención de Monterroso se fija en detalles: curiosidades literarias derivadas de errores o erratas, la falta de humor en Tolstoi, un ancestro para el aleph de Borges, el extrañamiento al ver los propios libros publicados, su discurso al recibir el premio Juan Rulfo, anécdotas de sus contactos con otros escritores, la relación con su México adoptivo. Un tema recurrente, bajo distintos avatares, es el de la relación con otras lenguas. Del inglés traduce e incluye dos breves esbozos biográficos de Erasmo y Tomás Moro, obra de John Aubrey.
Opinión. Monterroso compone sus textos al modo de una suerte de causeries littéraires , charlas informales, sobre asuntos de la literatura o vinculados con ella. El título del libro está inspirado en una imagen del ensayo de Maiakovski "¿Cómo hacer versos?": una vaca dando cornadas a la locomotora. Esa es la versión bovina que prefiere el guatemalteco, antes que "ponerlas como símbolo de mansedumbre y resignación". Y así desanda su prosa -siempre peculiar, amena, encantadora, a menudo sorprendente- bajo el sino de aquella imagen quijotesca de la vaca, con un humor cervantino, adjetivo éste al que habría que agregar otros, también derivados de nombres de escritores ilustres (Swift, Melville y su muy nombrado Borges, entre otros), sintetizados a su modo en uno: Augusto Monterroso.
Asteroides
Por Raúl Gustavo Aguirre
(Botella al Mar)-268 páginas-($ 18)
Autor. Raúl Gustavo Aguirre fue no sólo uno de los mejores poetas argentinos de su generación sino un teorizador brillante, un incansable propulsor de las modernas corrientes poéticas y un excelente traductor de poesía francesa. Durante su breve trayectoria -murió a los 56 años, en 1983- publicó libros como Cuerpo del horizonte , Redes y violencias , Señales de vida y el insoslayable Las poéticas del siglo XX .
Tema. Ajeno al alpinismo literario y desdeñoso de toda vanidad, a la vez exigente y generoso, Aguirre representó para muchos jóvenes el modelo de maestro; acaso el último a quien puede darse ese nombre en el opaco panorama de la poesía actual. Ser ético que, ya desde temprano, tuvo la sensación de que "la poesía no es una diversión sino algo que califica la vida y exige de ella una intensidad que va más allá de la simple ocupación literaria", fue escribiendo, un poco al margen de su producción más conocida, una larga serie de aforismos, hasta ahora inéditos, sobre la poesía y los enigmas de la creación, la vida y la muerte. Estos centelleantes "asteroides", como él mismo los denominó, son, según Rodolfo Alonso, su compañero de aventura en la revista Poesía Buenos Aires (1950-1960), "la parte más profunda, la más densa y original, y sin duda la más decididamente perdurable de su obra".
Opinión. Una razón ardiente, una sensibilidad agudísima y un don expresivo verdaderamente notables confluyen al servicio de un género que desde Heráclito a René Char y Antonio Porchia ha enriquecido la literatura universal. Aguirre lo define así: "Breves son los rayos, las vislumbres, los presentimientos. No obstante, sus efectos pueden ser más incisivos que los de un interminable discurso, en esta época donde la contaminación verbal, aunque a menudo inadvertida, no es de las menos temibles". ¿Asteroides representa la parte más perdurable de la obra de Aguirre, como afirma Alonso? Lo que podemos asegurar es que estos aforismos ofrecen la dimensión más honda de su talento y constituyen, además, uno de los más lúcidos testimonios de devoción hacia esa sublime manifestación del espíritu que es la poesía; devoción y entrega que Raúl Gustavo Aguirre sintetizó en estas pocas palabras: "Yo no te uso. Yo te amo".
Marilyn Monroe
Por Donald H. Wolfe
(Emecé)-417 páginas-($ 20)
Autor. Hombre de cine, guionista y editor, Donald Wolfe trabajó en un corto con Jean Renoir, colaboró con Steven Spielberg y fue supervisor de posproducción del film Todos los hombres del presidente . En 1958, conoció a Marilyn Monroe en los estudios Samueld Goldwyn.
Tema. Para Donald H. Wolfe, que dedicó siete años a esta investigación acerca de la muerte de Marilyn Monroe, hay una certeza que está fuera de discusión: en 1962, los testigos principales del suceso conspiraron para esconder información. El propósito de este libro es establecer por qué los testigos escondieron o falsearon sus testimonios y tendieron un manto de confusión. Wolfe quiere determinar si la muerte de la actriz fue un suicidio o si la red de mentiras buscó ocultar un asesinato. Puso todo en tela de juicio: testimonios, informes policiales, médicos y procesales. Extendió su mirada a cuantos alguna vez tuvieron alguna conexión con Marilyn o con su entorno. No desechó a ningún personaje ni dejó pista sin estudiar. Y colocó la lupa de sus sospechas sobre los nombres de mayor notoriedad pública: John y Bob Kennedy. La hipótesis de Wolfe es que la diva fue asesinada porque se había convertido en involuntaria correveidile de secretos de Estado entre los Kennedy y cierto grupo comunista.
Opinión. La hipótesis conspirativa tiene un atractivo irresistible: no deja enigmas sin responder. Es, de algún modo, tranquilizante. Tal vez por eso tiene tanto éxito. Pero quienes emprenden una investigación con tal pronóstico suelen ser proclives a sacrificar el rigor deductivo para que todas las piezas coincidan en el armado final del rompecabezas. Son datos para tener en cuenta ante un trabajo como éste, que aprovecha información de los orígenes y características más diversos y que, por lo menos en la edición local, carece de cualquier referencia acerca de las fuentes. A Wolfe, hombre de cine, se le nota el oficio, aunque la multitud de personajes que entran y salen de la vida de la actriz y de la investigación vuelve el texto bastante farragoso. Los admiradores de la diva hallarán aquí información y cotilleo. Pero es probable que hasta ellos juzguen exagerado el fanatismo de Wolfe, que llega a desairar a Billy Wilder para adjudicarle a Marilyn todo el crédito de Una Eva y dos Adanes .
Ficción
Lucero Zarza
Por María Granata
(El Francotirador)-251 páginas-($ 20)
Autor. Desde 1942, cuando dio a conocer su primer libro, Umbral de tierra , la extensa producción de María Granata transitó la poesía y la prosa. Ganadora de los premios más importantes del país, escribió, entre otros textos, la novela Los viernes de la eternidad (premios Selección Nacional y Emecé), que fue llevada al cine por Héctor Olivera en 1981, Los tumultos (premio Strega de la Argentina), El jubiloso exterminio , El diluvio y la guerra , El visitante y La escapada .
Tema. Una fuerte tormenta eléctrica no impide el encuentro de Lucero Zarza con su amante Basilia, quien le anticipa entonces que le hará esa noche una nueva visita clandestina, una vez que su marido se haya dormido. Pero cuando Lucero llega a la puerta de su casa, lo despedaza un fuerte rayo. "No hubo una sola partícula de muerte. Lo que sí hubo fue la división de su ser, y quienes lo formábamos quedamos a la vista". Surgen así Epifanio ("el místico"), Cirilio ("el dubitativo"), Antonio ("el de las materialidades"), Juan Silverio ("el aventurero") y "una suerte de médula pretérita". Todos han poseído a Basilia, aunque ella no reconozca a ninguno de ellos como su amante. Entre reflexiones, perplejidades y sorpresas se distribuyen los diecinueve capítulos de esta novela en la que todos huyen, desaparecen o se tornan invisibles.
Opinión. Apoyada en la poesía, su género predilecto, María Granata se afirma en su creatividad sin que los caminos elegidos para la narración satisfagan siempre al lector. Amigas de la reflexión metafísica, sus criaturas mantienen un diálogo sentencioso que se va imbricando en su propio juego. Si alguien duerme -generalmente, los maridos- las mujeres "instalan su adulterio" junto a cortinas "coloridas con escándalo". Los árboles son el refugio durante la tormenta "en tanto se espera que el aguacero pase casi con la sensación de estar emplumando", un toque de humor no exento de realismo. La autora no ha buscado satisfacer a un público impaciente. Sí, en cambio, a los que la admiran y saben que Lucero Zarza puede devenir vendaval, "ya que el amor hace con sus seres lo que quiere". Esto lo afirma Juan Silverio mientras Basilia le jura: "Te voy a ayudar a seguir siendo, te voy a dar mi calor, todo lo que llegue a faltar".
El silencio de Kind
Por Marcela Solá
(Planeta)-213 páginas-($ 16)
Autor. Poeta, cuentista y novelista, Marcela Solá (Buenos Aires, 1936) obtuvo el Premio de Poesía Arcano (1994) y la beca Fullbright (1984) para participar en el Taller Internacional de Escritores de Iowa, Estados Unidos. El silencio de Kind fue finalista del Premio Planeta de Novela (1997).
Tema. Mercedes Ferrer, la protagonista, narra en primera persona sus recuerdos de una inolvidable infancia. La suya es una familia tradicional; su educación, la de ciertas niñas que, en la década del cincuenta, aún contaban con una Miss irlandesa en su ambiente. Mercedes y los suyos veranean en Mar del Llano, sitio identificable con alguna de las playas bonaerenses, frecuentado por extranjeros entre los que se destacan alemanes y centroeuropeos aristócratas. Justamente, con un general alemán pasea y comparte su afición por la música la protagonista. A ese misterioso militar debe recurrir años después, cuando intenta ubicar a una de sus hermanas, desaparecida durante el Proceso. Mercedes comprenderá muchas cosas pero en especial, que los prejuicios siguen gobernándonos y que "sólo la música es un mundo en el que se puede ser feliz".
Opinión. La tersura de un estilo elegante y fluido embellece el texto de la novela, que no requiere esfuerzos del lector. Sin duda deliberadamente, la autora evita truculencias y exabruptos. Es elogiable que Solá no haya caído en la tentación de justificarse condenando panfletariamente un régimen político, por tenebroso que haya sido. Y que busque en sutiles matices psicológicos la verosimilitud de lo narrado. Pero esa misma tersura, innegable virtud literaria, atenta por momentos contra la fuerza emotiva que hubiera sido necesaria para conmover a fondo.
El silencio de Kind es un testimonio light que quizá corresponda a las tendencias de fin de milenio.
Ningún lugar sagrado
Por Rodrigo Rey Rosa
(Seix Barral)-127 páginas-($ 14)
Autor. Rodrigo Rey Rosa, escritor itinerante y amigo de P. Bowles, ha pasado un tiempo en Tánger, varios años en Nueva York y en distintas partes del mundo, pero siempre con Guatemala, su país, a cuestas. Irrumpió en los años ochenta con Cárcel de árboles , que lo situó como promesa de la literatura latinoamericana. A los cuarenta años de edad, ya tiene obra con páginas excepcionales y algunas decepciones. Su novela Lo que soñó Sebastian , publicada en España, es uno de sus mayores logros.
Tema. En los cuentos de Ningún lugar sagrado la ternura siempre fracasa. Son relatos urbanos, oriundos de las entrañas de Nueva York donde reinan el sexo, la droga y el desamparo. En un clima denso y hostil, los diversos personajes se las arreglan con alguna locura para sostener la existencia. Hay un chef linyera, un yuppie paranoico, un preso que se inventa un interlocutor para darle sentido a su suicidio en la cárcel, un místico degollador de gallinas, un grupo de poetas que conspiran por Internet. El último cuento rompe con ese clima agobiante y ofrece un alivio literario. En "Elementos", Rey Rosa presenta un conflicto entre poetas, probablemente inspirado de algún grupo conocido. Allí se afirma: "Los llamados círculos de poetas son una combinación de personalidades que se atraen y se repelen intermitentemente, que se aman ahora, y luego se odian, que si antes aseguraban que eras un virtuoso, mañana juran que eres un imbécil". ¿Ironía o prevención del propio autor?
Opinión. La literatura latinoamericana ha perdido en los últimos años el sesgo exótico que le otorgó identidad en el mundo entero. El realismo mágico ya es un cliché que se encuentra en cualquier región. Incluso Salman Rushdie llegó a postularse anterior a García Márquez, en ese terreno. Las mujeres son quienes aún logran sostener algún tipo de filiación que les garantiza una venta mayor. Isabel Allende, Laura Esquivel, Marcela Serrano, Zoe Valdés conforman un grupo involuntario de literatura regional. El resto es un oxigenado caos del que se desprende, de vez en cuando, un buen libro. Fue el caso de Cárcel de árboles , el primero de Rey Sosa. Los cuentos de Ningún lugar sagrado confirman la intensidad de su pluma. Pero en algunos aparece un temprano desasosiego que atenta contra la propia audacia narrativa del escritor.
La novela de la Argentina
Por Eduardo S. Calamaro
(Peña Lillo/Ediciones Continente)-192 páginas-($ 16)
Autor. Eduardo S. Calamaro (Buenos Aires, 1917), abogado especializado en derecho social, ha sido profesor titular de Geografía Económica Argentina en la Universidad Católica de La Plata, asignatura sobre la que publicó varios importantes trabajos. Es autor de un libro de poemas, Caramillo , y de dos obras distinguidas con el Premio Municipal de Ensayo: La cultura nacional. Examen crítico y El proyecto y la muerte .
Tema. El autor se ha fijado el objetivo de dejar escrita "la novela de los argentinos". A lo que apunta, más que nada, es a profetizar el destino de nuestro país. Para dar fundamento a sus predicciones, se remonta a una era marcada por el optimismo, la iniciada en 1930, pródiga en la invocación de nuestro "futuro de grandeza". Calamaro contrasta aquella etapa de ilusión desmesurada y confianza en las posibilidades nacionales con la realidad argentina contemporánea, hecha de frustraciones en casi todos los órdenes y sometida a un estado de crisis endémica. Este libro recoge los testimonios anónimos del esfuerzo de la población, del estoicismo de hombres y mujeres de distintas generaciones para sobreponerse al maleficio de una clase política dirigente, carente de grandeza y amplitud de miras.
Opinión. Junto con la pluma, Calamaro usa el bisturí en este análisis implacable de nuestra actualidad. Sean cuales fueren la posición política y las convicciones personales del lector, no escapará a su observación una manifiesta cargazón de tintas en el señalamiento de fallas y vicios que son, por otra parte, de conocimiento público. La contraposición de la miseria social con la riqueza, a menudo enturbiada por manejos ilícitos y hasta por el crimen, y la descripción de una Argentina, que en 1999 ha "empeorado" con respecto a la del pasado, demuestran una visión hasta cierto punto unilateral. Con valentía y meritoria probidad intelectual, Calamaro formula su denuncia contra un régimen en muchos aspectos censurable.Olvida, sin embargo, registrar hechos positivos: la madurez ciudadana, la consolidación de la legalidad democrática y la acertada conducción de la economía nacional.