Hay sacerdotes que dan autorización
Lo admiten en el Episcopado argentino
"Es alentador que este tema haya sido planteado en el Sínodo de Obispos, porque hasta que la Santa Sede no diga sí o no cada uno seguirá haciendo lo que le parece", dijo a LA NACION Juan León, quien, junto con su esposa Rosa, ocupa el secretariado ejecutivo de la Comisión de Pastoral Familiar del Episcopado.
"Hay sacerdotes que autorizan a comulgar a los separados que formaron una nueva unión, cuando en realidad no están autorizados para hacerlo", contó León, que coordina los trabajos de la Comisión de Pastoral Familiar, cuyo presidente es el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñañez. León estimó que, si bien este problema afecta cada vez a mayor cantidad de católicos, no son tantos los que se muestran preocupados por esta situación.
Según los datos del último censo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en 2001, de un total de 2.351.000 uniones conyugales reincidentes, 705.110 son matrimonios en segundas nupcias.
Divorciados en la Iglesia
"Este total, en el conjunto de la grey católica, es una minoría", dijo León, para quien "es más lo que se dice que lo que pasa en realidad. Es un tema puesto en el tapete por los que están interesados en que esto tenga una solución. Quieren entender por qué la Iglesia parece tan intransigente con su propia gente".
El dirigente católico contó que varias parroquias ofrecen actividades pastorales a los divorciados vueltos a casar, aunque no pueden acceder a la comunión.
Cuando un separado que ha formado una nueva familia se acerca a una parroquia se encuentra la mayoría de las veces con la sugerencia explícita de analizar si su matrimonio anterior existió verdaderamente según lo establece la Iglesia; es decir, revisar si el primer matrimonio no estuvo viciado de nulidad. Y si la anulación no puede hacerse, se pide al creyente aceptar el valor de la comunión espiritual y colabore con obras de caridad. "Les explicamos que a Jesús no se lo encuentra sólo en la Eucaristía, que es el signo máximo de Su presencia, sino también en la figura de cada hermano", dijo León.
Existen grupos de separados católicos reunidos en torno del padre Juan Carlos Scarponi y otros reunidos en los movimientos Caminos de Nazareth, Encuentros Matrimoniales y el Movimiento Familiar Cristiano.
Según las experiencias de estas agrupaciones, la reacción de los que realmente están doloridos por su situación es muy favorable. "Generalmente trabajan en actividades caritativas y no están preocupados por esto", dijo León.
Explicó que "los católicos separados que tienen una nueva unión tienen que tomar conciencia de que la Iglesia no los excomulga por eso".
"Hay que diferenciar -agregó- entre los que realmente sufren por no poder comulgar y los que no están doloridos, porque durante su primer matrimonio nunca comulgaban. Cuando se vuelven a casar por civil, muchos necesitan comulgar, pero en realidad buscan obtener de la Iglesia un reconocimiento tácito de su nueva unión", dijo.
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