Memorias. Historia de una familia
Antes y después de la chacra
Por Jorge Emilio Gallardo
Idea viva/168 páginas/$ 30
"Veo con pena e inquietud que tú comienzas a entusiasmarte con la política. [ ] No, tu porvenir si quieres que sea en armonía con tus gustos, tendencias y aptitudes, está en la ciencia, allí en tu gabinete de estudios te harás un gran nombre y podrás hacer mucho bien a la patria." Así se dirigía en 1901, desde su autoexilio europeo, Ángela Lebrero de Gallardo a su hijo Ángel, quien finalmente consagraría su vida a ambos planos, la ciencia y la política. Madre también del sacerdote José León, que en Roma llegó a ser camarero secreto del Papa, ella se perfila como la omnipresente protagonista de esta saga cuyo epicentro el autor ubicó en la quinta de Bella Vista llamada La Chacra.
Hija de un próspero industrial genovés, Ángela estuvo casada con León Gallardo, rico descendiente de Juan Pedro Esnaola, el autor de la versión oficial del Himno Nacional. Al enviudar en 1892, decidió vivir en Europa, adonde la acompañó su hijo José León y donde en 1908 volvió a casarse con un diplomático español. Mientras su hijo Ángel quedó en la Argentina, ella vivió con plenitud la brillante sociabilidad de la Belle ...poque en París, Roma, Londres, Biarritz y muchos otros lugares de veraneo, aunque también en su derrotero figuran visitas a Tierra Santa. Al principio, José León era su inseparable compañero de viajes, pero con el correr del tiempo el joven intensificó sus lecturas místicas hasta que en 1904, en uno de los viajes a Buenos Aires (adonde su madre llegó a trasladar de ida y vuelta su automóvil parisino), el obispo Juan Nepomuceno Terrero le impuso los votos sacerdotales, para enorme sorpresa de su hermano y el "irreparable disgusto" de Ángela. Buena parte de la historia narrada por Jorge Emilio Gallardo gira en torno a los cientos de cartas enviadas por Ángela y José León a Ángel (las respuestas de este no fueron conservadas). Con papel de luto las misivas de Ángela en los primeros tiempos y con membretes de los hoteles más diversos, las cartas cuentan en minuciosos relatos el acontecer en cada lugar que visitaban. Particularmente vívidas son sus descripciones sobre los cambios de la moda europea y su dispendiosa manera de seguir comprándola en las mejores casas parisinas y encargando diseños de joyas nada menos que a Boucheron, en cuyas vidrieras de la Place Vendôme refulgían los diamantes.
Provisto de numerosas fotografías de parientes y amigos, de la antigua quinta de Bella Vista y facsímiles de cartas, el volumen aborda la historia de los Gallardo hasta 1966. Ese año fue vendida La Chacra, albergue durante ocho décadas de los más diversos altibajos de una extensa familia que dejó indudables marcas en la historia política, científica y cultural argentina.
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