Mañana abrirá al público. Hoy se inaugura arteBA, un imán para coleccionistas
Varias empresas y compradores extranjeros ya adquirieron obras a puertas cerradas
Trajín y corridas, pero misión cumplida. Todo está listo para que, en pocas horas más se concrete la apertura oficial de arteBA 2009, la 18a edición de la feria de arte contemporáneo que espera, a pesar de la crisis, batir récords de público y de ventas. El año pasado fue visitada por más de 120.000 personas.
Con una cuidada puesta diseñada por la arquitecta Adriana Fiterman y la estética renovada que imponen los galeristas a sus stands, arteBa convierte a Buenos Aires en un polo de atracción para coleccionistas de todo el mundo.
Más de 90 galerías y obras de 800 artistas esperan al público, a partir de mañana y hasta el martes 26, en los pabellones verde y azul de La Rural de Palermo. Esta vidriera global recibió ayer la visita de coleccionistas e instituciones en una jornada de compras a puertas cerradas, según una modalidad en alza en las ferias europeas.
El director del Museo Nacional de Bellas Artes, Guillermo Alonso, y el presidente de American Express, José María Zas, definían la compra para cumplir con el programa iniciado años anteriores de "Más arte para el Bellas Artes". Se decidieron por dos obras de Nicola Costantino en la galería Animal, por 20.000 dólares. Mientras tanto, Zurich deliberaba sobre qué obras serán parte de la iniciativa llamada "Matching funds", que este año beneficia a los museos de Salta, San Juan y al Malba de Buenos Aires. A este museo irá una obra de Arthur Lescher que costó 12.000 dólares.
Pero la campana de largada sonó el martes por la noche, cuando Chandon amplió su ya vasta colección con la compra La caída del sistema , foto de Charly Niejensohn, en la galería de Daniel Maman.
Anoche, durante el cóctel para clientes y amigos del Citibank, el comentario era la categoría museística del Gorriarena comprado por Zurich para el Museo Rawson, de San Juan, y el compromiso de la venezolana Ella Cisneros con el arte joven, que orientó su mirada hacia la galería de Daniel Abate.
Precio y calidad
La Rural inició en esta edición su colección de arte argentino contemporáneo con un conjunto de obras que cumplen con la difícil ecuación calidad-precio. Gastó 35.000 pesos y compró una pintura animada de Estanislao Florido, en galería 713; una obra de San Poggio, en Jardín Oculto; objetos de Lola Golstein, en Dabbah Torrejón; una foto sin cámara, de Bruno Dubner, en VVV Galería, y tres trabajos de la joven Florencia Rodríguez Giles en Ruth Benzacar. Completó la serie de compras vespertinas la adquisición del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba) de una escultura de Miguel Harte, en la galería madrileña de Fernando Pradilla.
Es un sentimiento compartido que esta edición de arteBA dejará una marca en su joven historia. Deberá enfrentar un contexto recesivo y el clima preelectoral. Pero los vientos son favorables y el ánimo de los galeristas acompaña esta euforia al colocar los precios a tiro, tal como ha sucedido en las subastas de la primavera boreal. Los compradores ocasionales y los coleccionistas de alma han recibido con alivio el "fin de la burbuja especulativa".
Nadie lo dice en voz alta, pero la gran incógnita de acto inaugural será develada en pocas horas más: ¿quién cortará la cinta en este ambiente de "canibalismo político" a poco más de un mes de las elecciones legislativas?
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