Inquietud de rectores universitarios
Temen que el nuevo gobierno nacional se proponga transferir las universidades a las provincias
Con la desaparición del Ministerio de Educación, establecida por el nuevo gobierno, empezó a crecer entre los rectores de las universidades nacionales el temor de que el impulso descentralizador las alcance también y sean transferidas a las órbitas provinciales.
Aunque no existe un proyecto oficial en ese sentido -de hecho ni siquiera se designó aún a quien se hará cargo de la coordinación del área de educación-, algunos antecedentes del actual gobierno encendieron la alarma.
Durante la gestión del ahora presidente Adolfo Rodríguez Saá al frente de la provincia de San Luis se puso en marcha una descentralización del sistema educativo con las escuelas chárter. Por otro, está avanzada la creación de una universidad provincial en territorio puntano.
En rigor, la provincialización de las universidades necesitaría una ley nacional para concretarse, ya que las universidades son hoy nacionales por ley y autónomas según la Constitución nacional. En los hechos, provincializarlas sería transferir los recursos para su funcionamiento a los gobiernos locales, como sucede con la educación básica y media. Cada año, el presupuesto universitario debería ser aprobado en cada legislatura provincial.
Para los rectores, esto se traduciría en una disminución de recursos -piensan que los fondos terminarían usándose para otros fines-, una intromisión del poder político local en la autonomía universitaria y desigualdades en la calidad de la enseñanza en provincias con más recursos y en jurisdicciones más pobres.
Dispuestos esta vez a adelantarse a los acontecimientos, un grupo de rectores ya comenzó a solicitar audiencias en distintas dependencias del Gobierno -como el Ministerio del Interior y la Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva- a falta de un referente en el área educativa. Y piensan en pedir una reunión con Rodríguez Saá.
Oposición
Existen en el país 37 universidades nacionales. Con status provincial funcionan la Universidad Autónoma de Entre Ríos y la Provincial del Sudoeste, que desde este año ofrece tecnicaturas de corta duración en esa zona de la provincia de Buenos Aires, y cuyo cuerpo docente pertenece a la Universidad Nacional del Sur, con sede en Bahía Blanca. En San Luis, en tanto, avanza la construcción del campus para albergar a la universidad provincial.
"Si se provincializan las universidades, el presupuesto universitario entraría a competir con otras necesidades y se profundizaría así la desigualdad entre provincias ricas y pobres", dijo a LA NACION la vicerrectora de la UBA, Susana Mirande, que llamó la atención sobre algunos aspectos prácticos. Por ejemplo, qué pasaría con las universidades que tienen sedes en varias provincias -como la Universidad Tecnológica Nacional, con 21 regionales en todo el país-.
"El sistema universitario se fragmentaría aún más. Se generaría una educación de primera y de segunda y los títulos perderían la validez nacional que tienen hoy", dijo Mirande.
Para el rector de la Universidad Nacional de General Sarmiento, José Luis Coraggio, "es difícil mantener la autonomía universitaria si se depende de los gobiernos provinciales. Habrá más vinculación con la política local y la asignación de recursos puede ser más irregular". Aunque afirmó que "las universidades deben vincularse con su región", aseguró la necesidad de "fortalecer un sistema integrado, no fragmentarlo".
Por su parte, el ex secretario de Políticas Universitarias durante la gestión menemista y ahora asesor en temas educativos en la provincia de San Luis, Juan Carlos del Bello, relativizó los temores. "Es una preocupación no justificada", dijo a LA NACION.
Sin embargo, defendió su proyecto de "provincialización participativa": "Las universidades deberían seguir siendo nacionales, pero dando una participación importante a las autoridades locales en sus órganos de gobierno. No es bueno que se encierren en sus claustros; tienen que relacionarse con las comunidades", dijo.