La Auditoría halló irregularidades
La Auditoría General de la Nación (AGN) prepara un informe sobre el manejo del presupuesto de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que la Oficina Anticorrupción ya ha pedido para examinar. Hasta ahora, sólo existe un informe preliminar de la Auditoría que fue contestado por el Rectorado.
En sus páginas -a las que tuvo acceso La Nación - hay indicios que parecerían corroborar algunas denuncias del saliente director del Hospital de Clínicas, Juan Antonio Mazzei.
En primer lugar, los auditores comprobaron que no hay "un procedimiento confiable que registre la asistencia del personal de la Universidad. Tampoco se verificó la existencia de un sistema que permita registrar la asistencia para el volumen de agentes de la UBA".
Entre otras cosas, habían descubierto que los empleados firmaban las planillas sin que un responsable certificara sus datos, que no se incluían horarios de ingreso y egreso y que había algunos casos en que las firmas correspondientes a una misma persona diferían entre sí. La respuesta del Rectorado es que en junio de 1999 inició una reestructuración del área de Control de Asistencia para mejorar su funcionamiento.
Los auditores también descubrieron que empleados no docentes perciben un incentivo, pese a que "poseen más de un cargo, en contradicción con la normativa que lo instituyó". El Rectorado replicó que pueden hacerlo si están avalados por "autoridad competente".
En el caso del Hospital de Clínicas, la AGN puso como ejemplo a dos agentes que recibían un adicional por productividad, pese a que estaban "de licencia extraordinaria sin goce de haberes". La UBA reconoció el error.
En una entrevista anterior al conflicto de la Facultad de Medicina, el rector Oscar Shuberoff atribuyó los casos irregulares a la vastedad de la UBA y sus pocos recursos, y negó que con ellos financiara la política.
Por el contrario, atribuyó a "motivaciones políticas" las denuncias en ese sentido.