Ciencia y espiritualidad. La educación para la paz, una asignatura pendiente en el aula
Pierre Weil cuestiona el modelo escolar
"El modelo actual de la escuela no ayuda para que exista una verdadera educación para la paz." La reflexión del educador francés Pierre Weil, doctor en psicología y fundador de la Universidad Internacional de la Paz (Unipaz), llega en momentos en que la Argentina impulsa un debate sobre el futuro de la enseñanza.
"Hoy la educación enfatiza solamente el desarrollo del intelecto y es necesaria una educación que comprenda todos los aspectos globales de la personalidad, desde lo instintivo hasta los emocionales y espirituales", explica Weil, en un diálogo con LA NACION.
A los 82 años, este educador nacido en Estrasburgo, que trabajó con Piaget en Ginebra y con el apoyo de la Unesco creó la red mundial de Unipaz, llegó al país para dictar en la Fundación Martínez-Bouquet los seminarios que integran el programa "El arte de vivir la vida", declarado por las Naciones Unidas como "método educativo para la paz".
"Hay esfuerzos en algunos planes de estudio que promueven la educación para la paz. Lo importante es comprometer en esta tarea a los maestros, transformarlos, que dejen el viejo hábito que se limita a explicar y enseñar el intelecto, y recurran a otros métodos de aprendizaje", sintetizó el pensador francés, acompañado por el médico psicoanalista Carlos Martínez-Bouquet, director de la fundación anfitriona.
A través de seminarios mensuales y encuentros con especialistas, Unipaz promueve una formación holística de base, destinada a lograr la plenitud del ser humano y despertar la conciencia hacia una cultura de paz.
Sustentada en investigaciones científicas, la concepción holística aborda el conocimiento del ser humano en todos sus niveles, no sólo material y psicológico, sino también espiritual. "Es una de las grandes corrientes de la psicología que busca el encuentro entre ciencia y espiritualidad", explica el doctor Martínez-Bouquet.
Según el doctor Weil, autor de más de 50 libros, la promoción de la paz se produce en tres planos: el individual y en las relaciones con los otros y con la naturaleza. Ello lleva, explicó, a la necesidad de despertar la conciencia personal, social y ambiental.
"Debemos lograr una concientización de nuestras actitudes y emociones destructivas, como la rabia, el orgullo, los celos, y aprender a desarrollar sentimientos constructivos, como la alegría, el amor altruista, la ecuanimidad", describe Weil, convencido de que este programa holístico reúne todas las condiciones para ser aplicado en las escuelas.
"Muchas veces no se lo hace por ignorancia. No puede haber demanda de una mercadería que la gente no sabe que existe", reflexionó.
Explicó, así, que en la educación clásica la enseñanza está limitada al intelecto, y, en cambio, la educación de toda la persona promueve el desarrollo armónico de los sentidos, la razón y la intuición.
Mientras en el esquema tradicional el alumno es considerado "un objeto", que asimila lo que se le enseña, en la formación holística es un sujeto y participa activamente del proceso educacional. "No sólo hay que prestar atención a lo abstracto, sino tambien mostrarle al niño las emociones, enseñarles los afectos", explicó, tras añadir que los padres también deben sumarse a la tarea de "una mayor concientización de los sentimientos", recomendó el especialista.
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