La poesía convoca lo pretérito
COMO en buena parte de la poesía argentina actual, el espacio familiar, en este libro, es el objeto de reflexión central. En ese reducto íntimo, donde el padre orienta y la madre imagina, irrumpe el mundo exterior (el mundo de la Historia), a través de las cartas recibidas de ultramar o de las voces de los mayores. Se mencionan San Petersburgo y las praderas bávaras, pero hay una alusión subterránea más acuciante: la alusión a un esforzado aprendizaje acerca del tiempo.
En "la comarca/de los sobrevivientes", evocar el linaje familiar no será más que actualizarlo en el hijo. A su vez, hacer "arder las estepas" y el paisaje lejano mediante el poema, consistirá más que en evocar un lugar, en construirlo. Este acto performativo confirma una poética: el intento de retener "las preguntas [que] se escurren", insistir sobre el costado sombrío de los hechos y, a su vez, ponerle nombres al terror.
La minuciosa atención con la que Sifrim se ocupa del pasado y del olvido permite dar cuenta de una lectura política de lo real. De un modo inquietante, "In memoriam" -texto emblemático del conjunto- refiere los recuerdos infantiles y las primeras experiencias amorosas, pero se filtra -como un bloque- la presencia del "inquisidor". La vigilancia apremia.
Estos poemas de versos breves y de espaciamientos súbitos serán una manera de exorcizar el miedo: indagar en el fondo acuático de la memoria, en esa "laguna" metafórica que queda después de una experiencia oscura, es la manera de quebrar el poder de la mirada ajena.
Fragmentación, decepción, olvido. El universo de sentido que construyen estos poemas alude a un tiempo corroído que se manifiesta en el cuerpo: "Las primeras arrugas van borrando/ de mi rostro el candor:/ya no me creo eterna./Ahora la Pequeña Lulú lava los platos/y Periquita entrega el corazón". Este deterioro del presente no será más que el resultado de un largo aprendizaje que reúne la imagen de los ancestros con la del propio dolor. Tal vez sea "Cartas de Bergen-Belsen" el poema que mejor condensa las imágenes que recorren este libro. La memoria del pasado familiar y el recuerdo de la tierra lejana encuentran simultáneamente una analogía y un desajuste con el presente. La poesía convoca lo pretérito, pero a su vez, lo modifica.