La UBA define hoy si reelige a Hallú
El rector tiene delegados suficientes, pero la duda es si podrá sesionar la asamblea, que se hará en el Congreso por razones de seguridad
Con un importante operativo de seguridad en torno del Congreso de la Nación, intentará sesionar hoy la asamblea de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para elegir al rector, que en caso de poder votarse sería el mismo que la conduce desde hace tres años, el médico veterinario Rubén Hallú.
Tres imponderables podrían frenar ese resultado: que en las horas previas de la asamblea, convocada para las 9, la Justicia haga lugar a las dos medidas cautelares presentadas la semana última por la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) para impedir su realización; que los consejeros que concurran a votar no puedan ingresar en el edificio anexo del Congreso, y que, una vez dentro de la sala, los representantes que sostienen una postura diferente a la de la mayoría provoquen disturbios y frustren el debate.
Hace tres años, en la caótica asamblea de la que resultó electo Hallú, en diciembre de 2006, varios consejeros que respondían a la FUBA impidieron con gritos y con insultos el normal desarrollo de la sesión. Pese a ello, se pudo votar en forma rápida.
Ahora, de los 236 asambleístas, los alineados con la FUBA son unos 35. Si bien la organización estudiantil cuestiona la legalidad de la asamblea porque votarán consejeros que aún no han asumido formalmente sus cargos, sus dirigentes anunciaron que concurrirán a la sesión.
El operativo para garantizar la realización de la asamblea está en manos de la Policía Federal por un pedido expreso de las autoridades de la UBA. La sesión debía realizarse en el Colegio Nacional de Buenos Aires, pero se optó por trasladarla al Congreso por razones de seguridad.
Hace tres años, la FUBA impidió la asamblea universitaria en cinco oportunidades y retrasó la elección del rector durante ocho meses, de marzo a diciembre. A esta experiencia se sumaron las recientes protestas de la FUBA para impedir hace 15 días las elecciones de los claustros de profesores y de graduados.
Un pequeño grupo de estudiantes tomó el Colegio Nacional, donde debía hacerse la asamblea de profesores y ésta debió suspenderse. En el segundo intento, la FUBA tomó la sede elegida -la Facultad de Ingeniería- y la sesión se desarrolló sorpresivamente en el rectorado.
Ahora, se eligió el auditorio de la Cámara de Diputados del edificio anexo del Congreso de la Nación, que está en el subsuelo, por sugerencia de la policía. En 2006, el sexto intento por elegir rector tuvo éxito sólo cuando se hizo en el Salón Azul del Palacio Legislativo.
A la movilización anunciada por la FUBA para oponerse a la realización de la asamblea universitaria, se sumarán hoy otros grupos de estudiantes, profesores, graduados y no docentes que la apoyan.
Votos asegurados
Después de tres años de gestión, Hallú llega a la asamblea con la adhesión de unos 140 de los 236 consejeros. Necesita 119 votos para ser reelegido. Lo apoyan, entre otros, diez de los trece decanos de la UBA: los titulares de Farmacia y Bioquímica, Ciencias Veterinarias, Ciencias Económicas, Derecho, Ingeniería, Medicina, Odontología, Psicología, Agronomía, y Filosofía y Letras.
El decano de Ciencias Exactas, Jorge Aliaga, anticipó que se abstendrá por oponerse a la realización de la asamblea universitaria sin tiempo necesario para el debate de ideas de los potenciales candidatos.
Dos facultades no estarán representadas por sus decanos: Ciencias Sociales, cuyo decano electo, Sergio Caletti, aún no asumió, y Arquitectura, donde todavía no se hicieron allí las elecciones para renovar al sucesor de Jaime Sorín.
Hasta ayer no se conocía ningún otro candidato, pero su difusión anticipada no es un requisito obligatorio. El sistema que rige la asamblea permite la presentación espontánea de postulantes en la sala. La única condición es que sea profesor en alguna universidad nacional.
Los que pueden presentar candidatos y votar son los 236 miembros de la asamblea: los 13 decanos, cinco profesores, cinco graduados y cinco estudiantes del Consejo Superior, y los representantes de los consejos directivos de cada facultad, cada uno de los cuales está integrado por ocho profesores, cuatro graduados y cuatro estudiantes.
El hasta ahora decano de Ciencias Sociales, Federico Shuster, había expresado intenciones de representar un modelo de universidad diferente al de Hallú. En 2006, era apoyado por los titulares de Ciencias Exactas, de Filosofía y de Arquitectura. Ahora parece no contar con esos apoyos. Hoy, participará de la asamblea porque fue elegido consejero del claustro de profesores.
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