Crónicas de la selva. Libros, viajes y un poco de diván
El mito de Perón revive en una novela; El doctor Lacan sube a escena en paso de comedia y los premios Konex son una buena excusa para celebrar en casa con amigos, pizza y –por qué no– música francesa
Martes 4, a las 19. Aglomeración de público en la sucursal Village Recoleta de la librería Cúspide. Motivo: la presentación de La máscara sarda , flamante novela de Luisa Valenzuela. No había una sola silla libre. Las primeras celebrities en llegar fueron Marilú Marini y Leo Sbaraglia, que iban a leer un fragmento de la obra, un diálogo entre Juan Domingo Perón (Sbaraglia) y José López Rega (Marini), presentado por el actor y director Alejandro Maci ( En terapia ). Además Luisa iba a mantener un diálogo con el poeta y periodista Guillermo Saavedra, famoso por su voz radiofónica. La autora se hizo esperar como una novia (el símil no es arbitrario), pero cuando apareció, lucía radiante con una especie de chaqueta verde plisada, ideal para ser ubicada de lejos en un incendio. El crítico y escritor Néstor Tirri se precipitó a saludarla y le dijo: "Aquí me tenés, al pie del altar, como el testigo de una boda". Ella, rápida, contestó: "¡Y qué boda! ¡Con Sbaraglia, nada menos!"
Entre la multitud, que pugnaba por saludar a los actores y a la escritora, estaban la escultora Nora Correas, la escritora Tununa Mercado, los editores Alberto Díaz y Daniel Divinsky, el constitucionalista José Miguel Onaindia y la periodista Felisa Pinto.
Mujica Lainez decía que Buenos Aires se reducía a cinco mil personas que iban sin cesar del cine al teatro, a un vernissage , a un cóctel, a la presentación de un libro, a una comida y que no podían parar porque si paraban ese ajetreo infernal los porteños y los europeos, hasta los mismos famosos cinco mil, se iban a dar cuenta de que la gran capital cultural del Sur era mitad una hazaña, mitad un espejismo. En parte, tenía razón. En la preview de El doctor Lacan , la obra escrita, dirigida y producida por Pablo Zunino, que se ofrece en un petit hotel art nouveau de la zona céntrica, estaban por razones de espacio sólo algunos de los cinco mil. Entre ellos, Ingrid Pelicori, Marilú Marini, y los psicoanalistas Sergio Rodríguez, Carmen Iriondo, Enzo Nardi y Laura Lueiro.
Uno de los aspectos interesantes del acontecimiento tiene que ver con su promoción porque marca una tendencia. No hubo publicidad en los diarios, no hubo carteles en la calle. Las redes sociales funcionaron de tam-tam y funcionaron tan bien que la sala estaba llena. Bastaba conectarse con doctorlacan@gmail.com, con www.facebook.com/DrLacanDePabloZunino para informarse y adquirir las entradas. Ese tipo de difusión permite cambiar las fechas y los horarios de las representaciones y convierte el espectáculo en un hecho privado destinado a un grupo para el que se monta una función a medida.
La tarde de la preview , Zunino, antes de empezar la obra, pidió que levantaran la mano los psicoanalistas. Varias se alzaron. Después preguntó quiénes eran "analizados". La platea se convirtió en un bosque de manos: todos.
La pieza sólo tiene dos personajes. Uno de ellos, por supuesto, es Lacan (Mario Mahler). La incógnita era el otro. Adelantemos que se trata de una mujer que estuvo muy cerca de Lacan, quizá más cerca que su mujer y que su hija, pero que no fue su amante. La interpreta Silvia Armoza. Otro hecho inesperado: El doctor Lacan es una comedia al estilo inglés, con alguna escena musical, que encara la figura del psicoanalista francés con humor. Entre sus colegas porteños, a la salida, uno decía: "Por fin alguien se atreve con él." Las próximas funciones son el sábado a las 21; el domingo 16, a las 19 y el viernes 21, a las 23.
Es el sueño de muchos escritores: iniciar o terminar un libro en una villa de la Toscana, como lo hicieron Gertrude Stein, Edith Wharton y Harold Acton. Edgardo Cozarinsky está a punto de concretar esa aspiración. Pasará el mes de octubre en la Fundación Santa Magdalena, creada por la baronesa Beatrice Monti della Corte en memoria de su esposo, el escritor centroeuropeo de lengua alemana Gregor von Rezzori. La sede de la fundación es una propiedad en lo alto de un cerro, donde el matrimonio vivió durante muchos años. Se trata de una granja restaurada por ellos que, además, tiene una torre medieval. La finca está a 25 kilometros de Florencia, rodeada de viñedos, y a una distancia semejante de Siena y de Arezzo.
Von Rezzori, el autor de Memorias de un antisemita escribió novelas, guiones, memorias y hasta fue actor: trabajó por ejemplo junto a Brigitte Bardot y Jeanne Moreau en ¡Viva María! Le encantaba recibir a sus amigos en su refugio toscano. Allí, alojó a Michael Ondaatje, Bernardo Bertolucci y muchos otros. Bruce Chatwin era un huésped frecuente y de esas estadías surgieron algunas de sus mejores obras. Muerto Von Rezzori, la baronesa, que extrañaba a sus relaciones, en especial a Chatwin, resolvió invitar todos los años a varios escritores y artistas para que convivan por seis semanas en Santa Magdalena. Sólo tienen que ocuparse de pensar y, si quieren, de continuar sus tareas literarias. La única obligación social es tomar una copa a la caída del sol con Beatrice Monti della Corte en el jardín o en la terraza, antes de la comida, a la que a veces concurren actores como Ralph Fieness. Entre quienes ya pasaron por Santa Magdalena figuran Michael Cunningham, Edmund White, John Banville, Colm Tóibín, Zadie Smith y Carlos Franz. A esa lista, en octubre se agregará el nombre de Cozarinsky.
El mismo día que se presentó el libro de Luisa Valenzuela , se entregaron los diplomas al mérito del premio Konex 2012 a las artes visuales. Y como profetizaba el sabio "Manucho", algunos de los invitados a los dos actos, para mantener el espejismo de los cinco mil porteños que cuentan, se repartieron como pudieron entre la Recoleta y el Abasto. En Ciudad Konex estuvieron entre otros, Quino, Rogelio Polesello, Leandro Erlich, Lorenzo Shakespear, Martín Churba, Carlos Nine y Facundo de Zubiría. Uno de los premiados más exultantes era Hugo Kogan, que recibió un diploma al diseño industrial. Para continuar la fiesta, se fue rápidamente a su departamento de Belgrano. Ofreció un itálico pizza party , pero con música de Francia, elegida por su esposa Hélène Andjell. C
Luisa valenzuela
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La escritora presentó su nueva novela, La máscara sarda. Espléndida, se hizo esperar como una novia
Marilú Marini
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Versátil, la actriz interpretó a López Rega en la presentación del libro de Valenzuela
Edgardo cozarinsky
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En octubre pasará una estadía soñada en la villa toscana que perteneció al escritor Gregor von Rezzori
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