Los universitarios apoyan a Kirchner en el ballottage
Como les sucede a muchos argentinos, los jóvenes también perciben que en el ballottage del 18 de este mes tendrán dos opciones: menemismo o antimenemismo. Sin embargo, la distancia que separa a los dos candidatos posibles es más pronunciada entre los jóvenes que en los datos que surgen de las encuestas a la población.
En un estudio realizado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano (Copub) entre 1523 universitarios, Néstor Kirchner cosechó el 60,3% de los votos y Carlos Menem quedó 50 puntos atrás, con el 10,3%. Incluso los indecisos superaron al voto al ex presidente, con el 12,4 por ciento.
En tanto, el 5,2% dijo que impugnará su voto, un porcentaje igual no tiene pensado ir a votar y el 3,8% lo hará en blanco.
Si se miran las justificaciones de la decisión, el voto de los jóvenes puede calificarse como mayoritariamente negativo. Casi seis de cada diez votarán "en contra" de algo: el 54,8% por un abierto rechazo a Menem ("porque no quiero que gane" o "porque es un corrupto") y el 1,6% para que no gane Kirchner. En tanto, el 20,9% alude a estar eligiendo "el mal menor".
En la investigación se encuestó durante las últimas dos semanas a estudiantes de 27 carreras en siete universidades públicas y privadas, con un promedio de edad de 22,5 años.
Forma de expresión
Sólo dos de cada diez tienen razones positivas para el voto: "porque Menem sabe gobernar" (5,2%), "porque quiero que siga la política económica del gobierno" (5%), "porque quiero un cambio del modelo económico" (4,7%).
Sólo el 6,1% de los encuestados votará porque "le gusta" uno de los dos candidatos.
Los investigadores que hicieron el estudio -Orlando D´Adamo, Virginia García Beaudoux y María Pastore- resaltaron que entre los jóvenes se reproduce la tendencia general, que es la instalación del eje menemismo-antimenemismo en el ballottage y la aparición del "mal menor" como razón del voto.
"Sin embargo, no hay que asustarse por este voto, porque representa una forma de buscar posibilidades de expresión dentro de lo que permiten la democracia y sus reglas de juego. Lo preocupante sería que aparecieran cuestionamientos al sistema democrático", dijo García Beaudoux a LA NACION.
"Se puede hacer una lectura positiva de los resultados: entre los jóvenes hay voluntad de participación a pesar de que a la gran mayoría no le gusta ninguno de los dos candidatos", afirmó.
En ese sentido, es un "voto de rechazo a un estilo de hacer política", más que a un candidato. "Es un voto simbólico, que intenta eliminar un estilo político, relacionado con la corrupción, la ostentación y la impunidad", dijo García Beaudoux. No llama la atención que suceda entre quienes crecieron en los años 90, caracterizados por ese estilo político que ahora rechazan.
El dato se refuerza por el escaso interés que despierta la economía en las opciones: sólo el 9,7% alude al modelo económico -su cambio o continuidad, según el candidato- para justificar la opción electoral.
La figura de Kirchner no despierta entusiasmo entre los estudiantes ni para rechazarlo (1,6%) ni para manifestar aceptación (8,5%). Menem genera más pasiones, sobre todo negativas: el 54,8% de rechazo y el 12,5% de aceptación.