El fallecimiento. María Rosa Moras de Zunino
Una fecunda y continuada acción, en la que sembró la semilla de la solidaridad, con la mirada puesta en la unidad y en el bien común, caracterizó la vida de la señora María Rosa Moras de Zunino, fallecida en esta ciudad.
Fruto de su espíritu creativo y de su capacidad para promover lazos solidarios en la comunidad, en los últimos 14 años presidió la Confederación Nacional de Beneficencia, dedicada a fomentar la solidaridad social y mejorar mediante la asistencia las condiciones de vida de los más necesitados.
Comenzó a trabajar en 1979 en el Círculo de Damas Santacruceñas, una de las 24 instituciones que componen la citada confederación, cuya sede está en el edificio colonial de Paseo Colón y Belgrano. Fue precursora de la formación de redes entre las organizaciones de la comunidad y presidió el Círculo de la Ciudad de Buenos Aires, donde promovió la atención a la gente sin techo.
Nacida en Chivilcoy, se graduó de maestra y estudió el profesorado en ciencias de la educación. Ejerció el magisterio en escuelas bonaerenses y en la provincia de Santa Cruz, adonde se trasladó para acompañar a su esposo, el ingeniero Néstor Zunino. Dedicada a la educación de adultos, fue premiada por la Organización de Estados Americanos (OEA).
De firmes convicciones cristianas, transmitió los valores y virtudes a sus dos hijos y seis nietos. Era miembro del Movimiento Familiar Cristiano y asesoró a varias organizaciones civiles. Sus restos fueron inhumados en el Cementerio del Campanario.
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