Miniaturas con humor
Del Panteón a Buenos Aires
Por René Goscinny
No se recuerdan a menudo los estrechos vínculos afectivos que René Goscinny -creador y guionista de Asterix , al que Albert Uderzo aportaba sus magníficos dibujos- mantuvo durante toda su vida con la Argentina, el país en que creció y estudió. Goscinny nació en 1926 en París, de padres de origen ucranio-polaco, pero dos años después su familia se trasladó al Río de la Plata, donde René permaneció hasta los diecinueve años. Más de una vez en sus entrevistas, el creador galo recordó su etapa argentina, su paso por el Colegio Francés, las jornadas en que aprendió a montar a caballo, la nostalgia de sentirse en buena medida argentino.
Las crónicas ilustradas que figuran en Del Panteón a Buenos Aires -a partir de ese título que invierte cómicamente el trayecto- dicen algo de ello. El libro reúne dieciséis textos breves que Goscinny publicó entre 1964 y 1976 en diversas publicaciones. El primero, que presta el título al libro, recuerda aquellas iniciales peripecias biográficas hasta llegar, en veloz sucesión, a su paso por el ejército francés y los primeros trabajos en el mundo del cómic: "Nuestra llegada fue maravillosa: nos esperaban con guirnaldas, un desfile militar y fuegos de artificio -dice sobre su llegada a Buenos Aires-. Sí que sabían recibir bien a los que arribaban. Mucho después me enteré de que habíamos llegado el día de una celebración patria."
El humor de Goscinny (que falleció joven, en 1977) transmite la maravillosa gracia en equilibrio de un creador que, como subraya su hija Anne en el prefacio, "le prestaba atención a la gente y a las cosas". Es un humor que apuesta a la inteligencia a través de la distracción y la ingenuidad. Puede tratarse del narrador cuyo principal dilema es el de ser perfectamente comprendido o los desopilantes consejos para escribir libros exitosos, el lamento por la muerte de las polémicas o las reflexiones de un obeso sobre las dietas: todo en estas páginas coquetea con el mejor y más amable de los absurdos.
El volumen se completa con un album familiar de fotografías del autor de niño en la Argentina y está ilustrado, a modo de homenaje, por importantes dibujantes europeos de las últimas décadas (de Zep y Gérard Lauzier a, entre otros, Mourier o Cabu).
© LA NACION