Muchacha ojos de agua
En esta entrevista, la reconocida fotógrafa española Cristina García Rodero habla de su aproximación a la religión no oficial más importante de Venezuela, que revela con cien fotografias en PhotoEspaña 2008
Cuenta la leyenda que en una zona de la provincia de Yarucay en Venezuela, donde vivían los indios Nivar, o Nirúa, un dia después de la fiesta de la cosecha, el hombre sabio de la tribu comunicó un terrible presagio: "viniendo los tiempos nacería una doncella, hija de un cacique, con los ojos de tan extraño color que, de mirarse en las aguas de la laguna, jamás podría distinguirse las pupilas." Y tan pronto se viese reflejada en alguna parte del agua, del doble hueco de sus ojos iría saliendo una serpiente monstruosa, la cuál causaría la ruina perpetua y la extinción de los Nivar.
La fotógrafa Cristina García Rodero es desde hace años la más prestigiosa autora del medio español y muy reconocida internacionalmente. Sus ojos son ciertamente grandes y aunque no se puede distinguir si son tan transparentes como los de la doncella que cuenta la leyenda, son esos ojos los que han fotografiado durante diez años las ceremonias y los ritos de la religión que se creó a partir del mito de "María Lionza, la diosa de los ojos de agua" y ese trabajo monumental se presenta en el marco del Festival PhotoEspaña 2008, en la sede de la Consejería de Cultura y Turismo de Madrid.
Son cien fotografías en blanco y negro y color que reflejan las ceremonias y la vida de la comunidad que profesa esta religión, en las montañas del Sorte que habitaron aquellos indios y españoles del siglo XV, y que ahora se hacen presentes através de los cuerpos de los creyentes que buscan desde la curación de sus enfermedades o la solución de problemas amorosos, hasta la obtención de riqueza y poder.
La religión de María Lionza, junto al vudú haitiano y la santería cubana es una de las tres religiones paganas del Caribe, y tiene lugar en una especie de Templo-selva donde conviven chamanes y sus acólitos, enfermos y sus familiares, sanadores , médicos, santos, militares y delincuentes. Todos componen una impresionante comunidad que busca aplicar los poderes humanos y también los divinos a la salvación de cuerpos y almas.
García Rodero, actualmente miembro de la prestigiosa agencia Magnum de Paris, es una mujer bajita, extremadamente cordial y con una afable inclinación a tomar de las manos a este cronista cuando en un aparte de la presentación oficial de su muestra contesta algunas preguntas para adn*CULTURA.
¿Hay que volver a creer en los mitos para salvar a la humanidad?
-Estoy convencida que hay que es necesario rescatar las tradiciones, los ritos de la gente son los que nos dan una identidad. No creo que la fe religiosa sea la mejor herramienta pero si la energía que através de estas ceremonias se transmiten en la sociedad a lo largo de la historia. Las fotografías de "María Lionza…" son una parte de un trabajo más basto que vengo desarrollando. Por el momento se titula "Entre el cielo y la tierra". Y por el título puede entender usted que no solo el espíritu es una elemento de salvación si no todas aquellas manifestaciones del cuerpo. La música por ejemplo, es un aglutinante de diferentes culturas y al mismo tiempo una forma de identidad. El poder del sexo, el poder de la mujer que viene avanzando tanto en los últimos tiempos. Esa es energia transformadora, y tiene sus ritos. No solo hay que pensar en aquellos que nacieron en el pasado. Hay que documentar también los nuevos como la Love Parade, o la Marcha del Orgullo Gay aquí, para comenzar a transmitirlos adecuadamente a generaciones futuras. Antes el aglutinante social era Dios. Hoy podríamos decir que la música cumple un poco esa función en el mundo.
¿Fotografiaría usted a los poderosos, si le fuera permitido? Me refiero al poder político y al económico.
-Sí, claro que lo haría. Aunque no es un poder que me interese para nada. Creo que es una clase de gente poco atractiva. Yo estoy más inclinada a mezclarme con la gente común.
¿Es todavía la fotografía un documento de la realidad?
-La fotografía tiene una riqueza inmensa y permite una variedad de expresiones, todas válidas para mi. Por ejemplo, ahora hay una gran tendencia a la escenificación de las fotografias. Pero pienso que la fotografía de reportaje tiene un poder inmenso, que es el poder de la vida, y en ese sentido cumple una función social.
¿Puede la búsqueda de la belleza diluir la fuerza del mensaje de una fotografía?
-Si, es posible que por conservar un equilibrio formal en una imagen uno pierda de vista lo que está acontenciendo frente a nuestros ojos. En el caso del reportaje de "María Lionza…" intenté aislar a las personas de su entorno por que distraían lo esencial para mi, que era la expresión de los cuerpos, los gestos de dolor, el trance, el sacrificio físico. Cuando fotografiaba de noche no podía usar flash por que la gente pensaba que el destello podría inmovilizarlos en la situación de trance que atravesaban. Asi que tuve que trabajar con cámaras digitales a la luz de las velas. Para mi lo principal no era la técnica si no contar una historia increible.
¿Con el retroceso de los grandes reportajes fotográficos en los medios tradicionales de papel, cuál cree usted es el mejor medio para difundir este tipo de fotografia hoy?
-La fotografía es más necesaria que nunca. Por que es el medio visual del siglo XXI por excelencia. Es posible hacer una pieza de arte a partir de la fotografía o comunicar una realidad candente o las dos cosas al mismo tiempo. Los medios tradicionales quieren ganar más dinero y gastar menos en producir fotografías propias acerca de problemas reales. Gastan en decoración o en moda, por que asi no tienen que arriesgar nada. Pero la fotografía es como el agua, encuentra siempre otros caminos para seguir mostrando la realidad. El público es más ávido también por que es un medio masivo y fácil de comprender y en la actualidad hay instituciones del estado y empresas privadas que están dispuestas a invertir para apoyar a jóvenes fotógrafos"
Las religiones son una manera de hacer vivible lo sagrado. La religión de "María Lioza" es un ejemplo contemporáneo de que es posible. La fotografía es una manera también de hacer "visible" lo que está oculto en las pasiones y los sueños de los hombres. Cristina García Rodero es una cazadora de mitos y leyendas, las traduce a fotografías, las muestra, y nos devuelve la esperanza en un mundo mejor.
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