Naama Tsabar busca escribir "una nueva historia de género" con su primera muestra en la Argentina
"Escribir juntas una nueva historia de género." Eso se propone lograr Naama Tsabar (Israel, 1982), artista radicada en Nueva York, con su primera muestra en la Argentina, que realizará en colaboración con músicas locales. Melodías para un cierto daño (Opus 2), instalación site-specific con performance sonora curada por Zoe Lukov, se presentará desde el jueves 6 hasta el sábado 8 de septiembre en el Faena Art Center, en el marco del programa Art Basel Cities: Buenos Aires.
Tsabar se apropia de los gestos agresivos del rock & roll, del hombre que rompe la guitarra durante un recital, para recrear sus asociaciones con la virilidad y el poder. Con las piezas rotas crea nuevos instrumentos que serán intervenidos por intérpretes mujeres "disconformes con la identificación de género" y por el público.
"Estamos escribiendo una nueva historia del género -dijo Tsabar a LA NACION-. Un nuevo orden en el que todo tiene que ser reconsiderado. Empezamos de cero, sobre el piso, que es un lugar lleno de posibilidades." En este nuevo orden "no binario", explicó, la polaridad entre hombres y mujeres es reemplazada por múltiples -y móviles- opciones de posicionarse entre ambos extremos.
Quiso la casualidad que se exhiba a sólo dos cuadras de la intervención de Barbara Kruger frente al Puente de la Mujer, que forma parte del circuito Rayuela curado por Cecilia Alemani. "Me gusta porque se potencian", dijo a LA NACION Alan Faena, y adelantó que lanzará el Faena Festival durante la semana de Art Basel en Miami, en diciembre.
"Naama readapta los remanentes de un acto de violencia y bravuconada de macho –dice Lukov–. La muerte del objeto se convierte en el punto de partida de un cuerpo de obras que es, a la vez, un mapa para la memoria del daño. Instrumentos y gestos escultóricos que proponen cómo podemos seguir adelante, hacia nuevas formas de creación."
Formada en la Universidad de Columbia, Tsabar realizó en Nueva York muestras en el High Line (2016), en el Museo de Arte y Diseño y en el Guggenheim y MoMA PS1, entre otros.
En este espacio porteño, según la curadora, la artista señala además el modo en que un espacio puede funcionar como estructura de poder. Su rechazo a dialogar de una manera obvia -fálica, con objetos de gran escala- con la monumentalidad de la Sala Molinos es interpretado como "un acto subversivo y transgresor que invita a experimentar las obras desde una perspectiva más íntima y sensual".
El Faena exhibe también su videoinstalación Untitled (Babies), de 2008, que es un antecedente de esta obra. Allí se la ve golpear una guitarra contra el piso... pero el que se rompe es el piso, no el instrumento.
Para agendar:
Melodías para un cierto daño (Opus 2)
- 6 y 8 de septiembre, de 12 a 20. Performance a las 18 (con capacidad limitada. Se recomienda reservar lugar en https://bit.ly/2nVJtjb)
- 7 de septiembre, de 12 a 18
- Entrada gratis. Para más información escribir a info@faenaart.org