"Nunca como hoy hubo tanto naufragio"
El escritor se encontrará hoy con el público para presentar "El caballero del jubón amarillo"
"Alatriste no soy yo, pero él mira el mundo como lo miro yo. El ha trascendido la ficción e ignoro por qué. Creo que la gente reconoce su memoria y su presente en él, porque necesita tener esa referencia. Alatriste no es un personaje del siglo XVII, sino del siglo XXI. Responde a nuestro tiempo. Quizá por eso funciona tan bien en los colegios."
Así define al espadachín que lo convirtió en millonario el exitoso escritor español Arturo Pérez Reverte, que llegó a Buenos Aires para presentar hoy, en la Feria del Libro, el quinto tomo de la saga del capitán Diego Alatriste, "El caballero del jubón amarillo" (Alfaguara).
Y dice más: "A lo largo de mis 21 años como corresponsal de guerra conocí muchos Alatristes: mercenarios, terroristas, delincuentes, asesinos y marginales. Mi visión del mundo viene de ahí y del brutal contraste de la vida que llevé durante ese tiempo. Esa biografía me sirve para que Alatriste sea real".
Durante la afable charla con LA NACION, Pérez Reverte defiende a su espadachín a capa y espada -si cabe- pese a no compartir ni vicios ni virtudes. "Alatriste es actual porque responde a preguntas de hoy. Es lúcido y valiente. No es un héroe de corazón puro ni es un pícaro. Es un tipo que intenta construirse una dignidad con los restos del naufragio. Y eso es un problema muy actual."
Sostiene el autor de "La Reina del Sur" que "nunca como hoy han naufragado tantas cosas: la cultura, la memoria, la solidaridad, la política, la esperanza, la humanidad. En estos tiempos, Alatriste es un personaje que sugiere un modelo de consuelo, no de solución. Dice que aún queda la dignidad. Y que todavía es posible ser leal, consecuente y salvarse moralmente, ya que no colectivamente. La gente lo entiende así y por eso lo hace suyo. ¿Sabes tú la cantidad de lectores que se me acercan para decirme que ellos son Alatriste?".
Peina canas este Pérez Reverte que, curiosamente, también parece más dispuesto que en otras ocasiones al intercambio verbal. Su palabra veloz y su humor irónico siguen inalterables. Cuando escribió el primer libro de Alatriste, lejos estaba de imaginar los millones de copias que vendería.
Hoy, convertido en el autor hispanohablante de mayor venta, admite que la "alatristemanía" es de tal magnitud que la saga literaria integra la currícula escolar en España, se producen cómics y juegos de rol con su marca, se organizan circuitos turísticos tras su huella y el guapo Vigo Mortensen le dará vida en el cine en 2005, cuando lo encarne en una película con 30 millones de euros de presupuesto, que comenzará a filmarse este año en España.
Pérez Reverte calma los nervios en alta mar. Su pasión por la navegación lo ayuda, según dice, "a estar vivo. El mar, aunque parezca bonito, es tan perro que puede matarte. Esa inseguridad vital, como señal de vida de un marino, ayuda a estar alerta. Para eso sirve saberte en territorio enemigo".
-¿Cómo sobrelleva la fama?
-Me gusta tenerla a raya. La fama es muy agradable de conseguir, pero muy incómoda de llevar. Procuro que los daños colaterales sean los mínimos posibles. Tengo una ventaja: como no hago vida social ni voy a estrenos ni doy conferencias sobre la narrativa del próximo milenio, tengo mucha intimidad. La fama te da libertad. Hoy puedo decir lo que pienso de Borges en la Argentina o de Cervantes en España y no pasa nada.
-A propósito de Borges, ¿por qué no le agrada?
-A mí siempre me ha gustado su obra, lo he leído desde niño. Como escritor es inmenso y mi libro "La Tabla de Flandes" es un homenaje a Borges. Sólo que hace cinco años comenté que como persona era un malvado, un bromista, le gustaban los guiños y a veces se comportaba como un "gilipollas". Eso no gustó.Veo que los argentinos no perdonan.
-No se olvidan, que es distinto. ¿Cuáles son los escritores argentinos que más le gustan?
-Creo que los mayores son Borges, Bioy Casares y Mujica Lainez. Pero creo que Osvaldo Soriano ha sido injustamente olvidado en este país. Dime tú: ¿quién explicó tan bien al argentino de los últimos 30 años como Soriano? ¿Qué maestro de la letra contemporánea viva lo hizo mejor? Entonces, ¿por qué se lo ha dejado de lado? Tú lees la obra de Soriano y tienes a la Argentina perfectamente. Yo hablaba con él por teléfono. Y siempre notaba su tristeza. Hasta el final.
-¿A qué obedece el auge de la novela histórica en su país?
-Se debe a que la gente busca en las librerías lo que le niegan en las escuelas y las universidades. Ha habido un desmantelamiento cultural en España, borrándose la historia de los textos escolares. A cambio se introdujo una papilla pasteurizada que no alimenta a nadie. La gente no es gilipollas, busca y compensa lo que le falta con la novela histórica.
-¿Hasta cuándo habrá Alatriste?
-Alatriste se muere en 1643. Mi proyecto original no era contar la vida del personaje, sino el siglo XVII a través de la política, la Iglesia y la Inquisición, la guerra, la cultura y otros aspectos. Quería explicarle todo eso al lector para que entendiera que somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos. Y que podemos reconocernos en lo que fuimos, que estamos pagando el precio doloroso de esos curas fanáticos, de esos reyes incapaces, de esos ministros corruptos y de habernos equivocado de dios. Lo que me queda por contar de ese paisaje moral es la influencia de los turcos y la de Italia en la política europea. Habrá Alatriste por dos o tres novelas más.
Agenda
Martes 27 de abril
Presentaciones
A las 18.30
"El caballero del jubón amarillo", de Arturo Pérez Reverte. Participan Jorge Fernández Díaz y Silvia Oppenhayn. Sala José Hernández.
A las 18.30
"La noticia en el espejo. Medición de la calidad periodística", de Lidia de la Torre y María Teresa Téramo. Participan Alicia Casermeiro de Peresón y Lauro Laíño. Sala Adolfo Bioy Casares.
Conferencias
A las 18.30
"Homenaje a González Tuñón", por Horacio Salas. Sala Julio Cortázar.
A las 19.30
"La poesía femenina noruega", con lectura de poemas, por Tove Bakke. Además, presentación del libro "Habla la luz con voz de corneja", con Jyrki Kiiskinen y Tarja Roinila. Sala Alfonsina Storni.