Para aliviar la fatiga, el Papa adelantará la Misa de Gallo
ROMA.- El papa amante de las tradiciones rompe la tradición: en lo que los expertos consideran una novedad absoluta, Benedicto XVI no celebrará este año a la medianoche la misa de Navidad, sino dos horas antes, a las 22 locales (las 18 en la Argentina), para no cansarse demasiado.
Para evitar alarmismos, el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, enseguida se apresuró a negar que el Papa, de 82 años, esté enfermo o tenga algún problema de salud. "No hay ninguna emergencia ni motivos de preocupación por la salud del Pontífice", dijo Lombardi, que aseguró que el adelantamiento de la tradicional Misa de Gallo es sólo para "aliviar la fatiga" del Papa.
Lombardi explicó que, en verdad, la oficina de celebraciones litúrgicas de la Santa Sede ya hace dos meses había comunicado el cambio de horario de la celebración para dar tiempo de ajustar su programación a las televisiones de todo el mundo, que suelen transmitir en directo desde la Basílica de San Pedro la misa de medianoche (también denominada Misa de Gallo), que recuerda el nacimiento de Jesús en Belén.
Joseph Ratzinger, reservado, amante de la vida intelectual y solitaria y de la música clásica, nunca fue un deportista. Pero goza de un discreto estado físico, resultado de una vida controlada, metódica y espartana.
Cuidados estrictos
Desde que ha sido elegido para el trono de Pedro -el 18 de abril de 2005-, algo que le significó tener repentinamente que enfrentarse a grandes multitudes, para cuidarse ha reducido al máximo el tiempo que dedica tanto a sus audiencias privadas como a las públicas, las reuniones, los viajes y demás citas. Aunque camina muy bien y es ágil, sufre el calor, se cansa fácilmente y necesita reposar cada tarde.
Toma medicinas para la circulación y se somete regularmente a análisis de sangre y, sobre todo, a exámenes cardíacos, porque sufrió aún siendo cardenal dos episodios de isquemia cerebral. Hace 17 años, cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tuvo una caída y se golpeó la cabeza, pero sin consecuencias mayores.
Por todo esto, es sabido que sus médicos personales -liderados por Patrizio Polisca, que no casualmente es un cardiólogo- no quieren que se canse demasiado y prefieren que no haga viajes muy largos de avión. El año que viene el Papa tiene previstos viajes internacionales cortos (a Malta, Chipre, Fátima e Inglaterra).
Y por todo esto se decidió anticipar la Misa de Gallo, que tradicionalmente suele prolongarse hasta las dos de la mañana. Pero a la mañana siguiente el Papa debe tener suficiente energía para pronunciar el tradicional mensaje navideño "Urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo), dándoles la bendición a todos los fieles del mundo.
La prensa italiana recordó ayer que ni siquiera en la Navidad de 2004, que fue la última, Juan Pablo II anticipó la misa nocturna de medianoche.