Perú endurece su reclamo
Después de una ardua disputa entre el gobierno peruano y Yale, el país andino insiste con la devolución del total de las piezas extraídas de Machu Picchu en 1912 , por el que, se cree, fue su descubridor
LIMA, (AFP) - Perú acentuó una ofensiva destinada a recuperar más de 46.000 piezas arqueológicas de la ciudadela incaica de Machu Picchu, que fueron extraídas por el arqueólogo estadounidense Hiram Bingham y entregadas a la universidad de Yale hace casi un siglo.
Las autoridades peruanas han anunciado que pedirán la devolución total de todo ese patrimonio arqueológico luego de descubrirse en un reciente inventario hecho por expertos peruanos en esa universidad estadounidense que son 46.332 los objetos arqueológicos extraídos y no 4.902 como se creía hasta ahora.
La sorprendente revelación llevó a la directora del Instituto Nacional de Cultura, Cecilia Bákula, y a Hernán Garrido Lecca, negociador especial del gobierno para la recuperación de los objetos, a intensificar la presión hacia Yale para la repatriación de esa riqueza peruana.
Inicialmente, la universidad estadounidense se había comprometido, según un memorando de entendimiento firmado en septiembre pasado, a devolver sólo unas 400 piezas para ser exhibidas en un museo peruano y que las restantes, hasta llegar a 4.000, serían devueltas posteriormente tras investigaciones científicas en Yale.
"Ahora se conoce que son más de 46.000 piezas que incluyen cerámicas, restos óseos humanos y de animales, objetos de piedra y metal", dijo Bákula al señalar que ello obliga a una modificación del memorando, buscando la devolución total de los objetos. El pedido en ese sentido ya se ha enviado a la universidad de Yale "y estamos a la espera de una respuesta" que podría producirse la próxima semana, dijo, por su parte, Garrido Lecca, ministro de Salud.
Lecca señaló que el gobierno peruano confía en llegar a un "acuerdo final satisfactorio", pero admitió que hay discrepancias sobre el número de piezas que manejan las partes, por lo que no descartó la posibilidad de que Perú pudiera utilizar en el futuro la vía legal para la recuperación de su riqueza.
La comunidad científica peruana ha bregado durante décadas para que el patrimonio que extrajo Bingham en 1911 sea repatriado porque ayudará a profundizar el conocimiento en torno a la célebre ciudadela de Machu Picchu, la mayor joya turística de Perú, que aún vive rodeada de misterio.
La historia sobre la salida de las piezas se remonta a los años 1911 y 1916, cuando expediciones del arqueólogo Hiram Bingham extrajeron de Machu Picchu gran cantidad de restos humanos, cerámicas, utensilios y objetos de arte, que fueron trasladados a Yale. El gobierno de aquella época autorizó la salida de los objetos pero a condición de que fueran devueltos años después, condición que nunca se cumplió. Investigadores peruanos indican que numerosos objetos fueron sacados ilegalmente.
Algunos historiadores se preguntan ahora si Bingham fue su descubridor o en realidad fue el saqueador de las riquezas de la ciudad perdida de los incas. Bingham era hasta hace poco considerado el descubridor de la ciudadela de piedra de Machu Picchu, enclavada en una zona de ceja de selva del departamento surandino de Cusco, pero historiadores señalan que ya había sido descubierta por el hacendado peruano Agustín Lizárraga, nueve años antes, en julio de 1902. La labor de Bingham, sostienen los expertos, fue divulgar en 1911 al mundo la existencia del complejo arqueológico, considerado ahora como una de las siete maravillas del mundo moderno.
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