Planos contrapuestos
Era una práctica corriente a fines del siglo XIX que los fotógrafos que tomaban retratos colocaran a sus clientes frente a un telón pintado que, como un trompe l´oeil, simulaba un paisaje. En esta tradición se apoya Adriana Bustos (Bahía Blanca, 1965, vive en Córdoba) en su muestra retrospectiva Mulas y caballos en el Centro Cultural Recoleta, curada por Eva Grinstein. Hay dos instancias distintas, como señala el título, aunque unidas. En un caso los retratados son los caballos: comunes, flacos, exhaustos, compañeros insustituibles de los cartoneros que recorren la ciudad de Córdoba. Estos caballos posan frente a "cerritos", telones pintados que aluden a un famoso pintor cordobés del siglo pasado de apellido Cerrito, donde adivinamos las sierras. La confrontación entre lo artificial del fondo y la cruda realidad del animal produce una sensación inquietante, sostenida por un video que muestra al animal estático. Es una ida y vuelta entre planos contrapuestos que Bustos maneja con soltura: pintura y fotografía, campo y ciudad, retrato y paisaje, arte cortesano europeo y arte popular cordobés. La serie Retratos evoca las clásicas pinturas de caballos de pura sangre, esta vez sin pedigrí. Se llaman Moro, Nena, Rosario, y son las herramientas de trabajo de los recolectores de basura. Primavera se llama la yegua que lleva la cámara en la cabeza y es el título del video, proyectado en grandes dimensiones, que nos permite seguir el derrotero de un cartonero durante la noche. Las mulas, la otra parte del título, fueron animales funcionales al transporte de carga durante la conquista española y la época colonial. Bustos explora la historia de las mulas en América del Sur y traza un paralelismo con las mulas contemporáneas: mujeres usadas como correo, víctimas de las redes del narcotráfico a las que entrevistó en la cárcel. Las retrata de espaldas a la cámara y lo que vemos en el fondo es un telón que la artista pintó con los sueños de cada una: tener una peluquería, operar al hijo, viajar como mochilera. El contraste entre lo real y la ilusión, acentuado por el juego entre la retratada y el telón pintado, sacude al espectador. En contra del prejuicio que agrupa a pintores por un lado y fotógrafos por otro, Bustos utiliza dibujos, objetos, fotografía y video con igual pericia para abordar los temas que la apasionan.
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FICHA. Mulas y caballos
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