Polémica por el fin del proyecto Lusida
El Gobierno decidió que no renovará el proyecto Lusida, programa de lucha contra el sida financiado conjuntamente por el Estado argentino y el Banco Mundial.
Lusida integró la entrega de la medicación a los enfermos de sida con la ejecución de proyectos de fundaciones y organizaciones civiles destinados a la difusión, prevención, evaluación y monitoreo de la epidemia en la Argentina.
Hace 10 años había registrados 1098 casos de personas infectadas con sida en el país. Las proyecciones de este año elevaron a 122.000 el número de personas que viven con VIH, pero el mayor problema es que aproximadamente el 67% de los infectados lo ignora, según las cifras del propio programa.
El organismo internacional financió el proyecto con un crédito de $15 millones entre los años 1997 y 2001.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación, responsable del programa, consideran que la lucha contra la epidemia no cesará. Sin embargo, la ex titular de Lusida Mabel Bianco y algunas asociaciones de personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) no piensan lo mismo.
“El hecho de que Lusida termine no quiere decir que el Gobierno no continúe con la política de lucha contra el sida. El Ministerio está estudiando la estrategia para fortalecer el programa nacional de sida”, dijo a LN/UTDT el secretario de Atención Sanitaria del organismo, Arnoldo Castillo.
“Los proyectos no concretados hasta el 31 de diciembre de este año -calcula el funcionario- continuarán aproximadamente hasta julio de 2002”.
La medicación para los infectados con VIH y las campañas de comunicación social está previsto que sean absorbidas por el organismo oficial de la salud.
El financiamiento de los proyectos que puedan surgir será atendido desde el plan Vigía, un programa creado para la lucha de enfermedades endémicas en el país, como el hantavirus y el Mal de Chagas, también costeado por el Banco Mundial.
Desde el organismo financiero internacional se informó a LN/UTDT que no estaba previsto un nuevo préstamo, y se confirmó la negociación para absorber tareas del Lusida al proyecto Vigía.
Castillo adelantó que en pocos días se dará a conocer el nombre de quien ocupará el cargo de director general para la coordinación de tareas.
“Yo creo que con la unidad de coordinación será suficiente”, agregó el funcionario.
Opiniones encontradas
Para la ex coordinadora del Lusida la epidemia continúa en aumento y para paliarla es necesaria una integración en todos los niveles de los servicios de salud.
“Hay que entender que el tema del sida exige una integralidad y no puede hacerse de a pedacitos y el plan Vigía es sólo de epidemiología”, dijo la ex funcionaria.
Bianco explicó que su alejamiento de la unidad ejecutora del programa en noviembre último se debía a ésta decisión del ministerio.
“No hubo vocación para darle continuidad al Lusida. La reestructuración es una nueva forma de desperdigar esfuerzos”, opinó.
Las personas que viven con VIH no se sorprendieron al conocer la decisión de terminar con el programa.
“Es una vergüenza, dijo a LN/UTDT Patricia Pérez, encargada regional de la Comunidad Internacional de mujeres viviendo con VIH e infectada con el virus. “Pero es claro que el Gobierno no tiene al sida en la agenda política”.
Lucha contra el sida
“No hubo vocación para darle continuidad al Lusida. La reestructuración es una nueva forma de desperdigar esfuerzos. Hay que entender que el tema del sida exige una integralidad y no puede atenderse por pedacitos.”
Mabel Bianco