La academia cumple 70 años. Renovados desafíos en Bellas Artes
Prometen ampliar la tarea editorial
"Estamos ante el desafío de un aniversario como éste. La Academia no es sólo un conjunto de gente notable, sino que también está para la gente, para todo el público. Y la apertura al público debe ir acompañada de la apertura de las ideas estéticas. Tenemos que recordar nuestra herencia y, a la vez, ir hacia adelante", dijo Rosa María Ravera, en la celebración de los 70 años de la Academia Nacional de Bellas Artes, que se realizó en el Museo de Arte Decorativo.
Destacadas personalidades de la cultura se acercaron al festejo, que contó con la presencia de la ministra de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Silvia Fajre, y el embajador de Italia, Stefano Ronca, entre otras autoridades.
Acompañaba a Ravera el profesor Héctor Schenone, vicepresidente de la institución, quien expresó: "La Academia de Bellas Artes asume la tarea del estudio del patrimonio artístico, idea presente en la institución desde su etapa fundadora". Encabezaron el acto, además, los académicos Alberto Bellucci, director del Museo Nacional de Bellas Artes; José Emilio Burucúa, Nelly Perazzo, Ary Brizzi y José María Taverna Irigoyen.
Asimismo, estuvieron en la celebración la directora del Museo de Arte Moderno porteño, Laura Buccellato; el presidente de la Fundación ArteBA, Mauro Herlitzka; el director del Palais de Glace, Oscar Smoje; el presidente de la Fundación Konex, Luis Osejevich; los académicos Ricardo Blanco, Clorindo Testa, Aldo Sessa, Pola Suárez Urtubey; los galeristas Orly Benzacar y Daniel Maman, y los artistas Marta Minujín y Bergara Leumann, entre muchos otros.
La institución, fundada por intelectuales y personalidades de la cultura y constituida por decreto presidencial el 1° de julio de 1936, otorga todos los años becas y distinciones para promover el estímulo al estudio de las bellas artes. Entre los primeros académicos están el arquitecto Alejandro Bustillo, el pintor fray Guillermo Butler, el músico Carlos López Buchardo, los escultores Rogelio Yrurtia y José Fioravanti, entre otros.
De acuerdo con sus estatutos, la institución establece entre sus fines el de "contribuir al desarrollo de las bellas artes en todas sus ramas: artes plásticas y visuales, música, fotografía, diseño, arquitectura y urbanismo".
También realiza estudios e investigaciones; promueve la conservación del patrimonio artístico de la comunidad; formula planes de acción cultural; propone leyes; asesora al gobierno nacional, a las distintas jurisdicciones y a otras instituciones culturales.
"La Academia es importante porque uno tiene esa conexión con diferentes artistas", consideró Ary Brizzi. Ricardo Blanco, académico desde hace dos años, dijo a LA NACION: "La Academia es una estructura más dinámica de lo que el imaginario supone. Y en lo personal es interesante que se cruzan generaciones y uno descubre valores".
La institución desarrolla una intensa labor editorial, reflejada, por ejemplo, en los diez tomos que constituyen la "Historia general del arte en la Argentina" y la colección "Relevamiento del patrimonio artístico nacional", entre otras obras.
Y durante este año, la tarea editorial será aún mayor. Ravera dijo a LA NACION que se publicará todo lo que está en carpeta.
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