Bibliografía / Libros de Derecho. Resolución alternativa
MEDIACION PENAL Por María C. Obarrio y María Quintana-(Quorum)-209 páginas-($ 40)
La alternativa de la mediación penal (o si se prefiere, "antipenal"), como sistema horizontal de resolución de aquellos conflictos que carezcan de trascendencia institucional o judicial, se presenta como un instrumento destinado a superar el congestionamiento tribunalicio, por vía de la aplicación del principio penal de "oportunidad" que, al mismo tiempo, dota a la víctima de un papel protagónico del que actualmente carece.
Esta institución procesal no es novedosa en el país, de hecho rige desde el año 2002 en las provincias del Chaco y Neuquén, y según el seguimiento estadístico, su creación ha dado excelentes resultados en materia de administración de justicia, ya que permite atender tanto el conflicto humano como el institucional.
Este sistema de "resolución alternativa", como lo denominan las autoras, impulsoras de un proyecto que tiene estado parlamentario, está ampliamente explicitado en su libro Mediación Penal que, con prólogo del dr. Eugenio Zafaronni, fue presentado recientemente en la Asociación de Magistrados por la ministro de la Corte Suprema dra. Elena Highton, una fervorosa pionera de este sistema de solución de conflictos, para quien "los problemas de la seguridad no se solucionan rebajando las edades para las penas".
El libro refleja la minuciosa tarea científica de las autoras al adecuar programas de afiatada vigencia en Estados Unidos, Canadá y países de la Europa continental a la idiosincrasia argentina, donde aún, sin rozarse el principio constitucional de oficialidad, es esperable una resistencia intelectual a la incorporación de un instrumento procesal que podría poner en crisis los principios de persecución en delitos de acción pública.
Como señaló Zafaronni al presentar Mediación Penal, el trabajo "presenta un panorama completo de la situación actual" respecto de la tendencia a la mediación penal, "cuyo avance no puede ignorarse en un siglo que será definitorio para el poder punitivo en el planeta, porque la revolución tecnológica exige soluciones a los conflictos y no un mero ejercicio de poder con pretendido valor simbólico".