Romper moldes
Cuando Glenn Lowry fue elegido por el board del MoMA para liderar el cambio, venía de una experiencia en un área totalemente ajena al arte moderno, pero conocía como pocos los mecanismos del marketing y tenía las condiciones para emprender una tarea ardua que exigía capacidad de gestión, conocimiento del mundo del arte y habilidad para lograr que los ricos mecenas del Norte integraran el fondo de 650 millones, necesario para encarar el proyeto del Taniguchi, que cambiará para siempre la fisonomía del MoMA, incluido el pabellón diseñado por César Pelli. Cuando estuvo en Buenos Aires, Lowry dijo en diálogo con La Nación que su mayor logro tenía nombre y apellido: Rudolph Giuliani. El consiguió que el alcalde se interesara por el proyecto y lo calificara de "fundamental para la ciudad de Nueva York".