Sueño de California
La playa está cerca, pero no en estos escasos metros cuadrados en los que apenas se intuye la brisa del Pacífico. California dreamin’ cantaba The Mamas & the Papas en una canción que, a contramano de cierta expectativa, no hablaba del verano sino del invierno, y prometía que habría cobijo y calor aunque los árboles se oscurecieran y el cielo se viera gris. Porque bastaba estar en L.A. y saberse en 1965 para confiar en un sueño que, nadie lo imaginaba, sería efímero. ¿Escuchará música de los sesenta la mujer que aquí camina, en medio de uno de los veranos más tórridos que se hayan vivido en Los Ángeles? Por lo pronto, se protege como puede: sombrilla descomunal, cobijo móvil, marcha decidida. Solo el talón parece expuesto al embate solar. Del otro lado del mito, un tal Aquiles algo podría decir sobre la humanidad, sus puntos débiles y el empeñoso desafío al desamparo.