¿Sugestiva coincidencia?
Sorprendido y perplejo leo en el número 36 del suplemento adnCULTURA de "La Nación" la nota que la periodista Patricia Somoza le realiza al escritor Ricardo Piglia. Surge mi sorpresa de un fragmento de dicho reportaje en el que Piglia ante la pregunta de la periodista sobre las letras de tango, literalmente afirma: "Yo leo el corpus, en lo posible completo, de todas las letras de tango, como si fueran pequeños relatos urbanos. Por lo tanto, los leo como lo que también son: situaciones narrativas muy concentradas, historias muy bien contadas, con un narrador muy definido, y siempre basadas en situaciones dramáticas. Además, el tango tiene, como tienen los grandes géneros, un comienzo y un fin muy claros. Ya sabemos que el primer tango es "Mi noche triste", de 1917, y yo digo un poco en broma que el últimos es "La última curda", de 1956. Después de ese tango, lo que se hizo fue otra cosa, porque se perdió la idea de la situación dramática que sostiene y controla toda la argumentación poética, y empezó ese sistema de asociación libre, de surrealismo un poco berreta del violín con el gorrión y la caspa con el corazón….(y sigue)".
En el año 2006 Carlos Mina es ganador del premio ensayo 2006-2007 instituido por La Nación-Sudamericana con su trabajo titulado "Tango. La mezcla milagrosa (1917-1956), en el que una de las tantas ideas centrales es definir al tango "La última curda" (Música: Aníbal Troilo, Letra: Cátulo Castillo) como una suerte de mojón con el que se cierra una época (Página 309 y siguientes). El día 27-5-2007 en el entonces suplemento "Cultura" del Diario "La Nación", en la página 4 Oscar Conde comenta el libro premiado de Mina y afirma: "A partir del hallazgo poético de Enrique Santos Discépolo en ‘Cafetín de Buenos Aires’ (en tu mezcla milagrosa de sabihondos y suicidas), Mina retoma el concepto de hibridación en relación con el tango, pero en lugar de aplicarlo a su génesis lo proyecta a la sociedad en la cual se desarrolló como género para analizar los dificultosos procesos de acomodamiento que fueron teniendo lugar en esas décadas. Las fechas entre paréntesis son cruciales para la tesis del autor. 1917 es el año en el que Gardel grabó ‘Mi noche triste’ (considerado unánimemente el primer ‘tango canción’, más allá de que antes de esa fecha muchos tangos contaban con una letra y 1956 es el año del estreno de ‘La última curda’. Para Carlos Mina, los sencillos versos que Pascual Contursi le adosó al tango ‘Lita’ de Samuel Castriota (originariamente sin letra) señalan un hito, porque establecen la pérdida como temática preponderante dentro de la poética tanguera. La letra de Cátulo Castillo es, por su parte, ‘el manifiesto de la derrota, del fracaso y del sinsentido de la vida’. Si bien después de 1956 muchos letristas importantes siguieron produciendo (el mismo Castillo, Expósito, Ferrer, Eladia Blázquez, entre otros), la fecha marca además el comienzo de la declinación del tango como género popular".
El comentario de Oscar Conde es por demás contundente. No tengo ninguna duda que las ideas de Mina son novedosas, propias de su capacidad creativa e implican una concepción diferente de las distintas etapas y procesos que fue experimentando el género tango y que se han visto plasmadas en ese excelente y notable libro de 378 páginas premiado en el año 2006.
Reitero entonces mi sorpresa ante los comentarios de Piglia, que asume como propias, expresando en primera persona y calificando sus aseveraciones de "broma", ideas que sin ninguna duda son de Mina. ¿Qué habrá querido decir con ‘broma’? ¿Será la ‘broma’ que construye Shakeaspeare y que pone en boca de "Shylock" en el "Mercader de Venecia"?, y que a mi criterio representa la profunda envidia del usurero hacia la capacidad amorosa de su deudor, Antonio. Que nos dice el diccionario de la palabra broma. Veamos: En este punto puede resultar provechoso incluir uno de los significados de la palabra broma que entre otros responde al de un molusco lamelibranquio que ocasiona graves daños horadando las maderas sumergidas en las construcciones navales y pudiendo provocar su hundimiento. Esta palabra está usada con seguridad para expresar el carácter destructivo y perverso de la fantasía castradora de Shylock.
Para quienes como yo, amante, conocedor e investigador del tango, me enfrento a situaciones de este tipo me produce una profunda tristeza. Carlos Mina dedicó años de fecunda y esforzada labor para publicar su libro y los miembros del jurado que lo premió experimentaron una profunda sorpresa al descubrir que era casi un desconocido, lo que valoriza aún más el premio otorgado.
Dejo a su consideración y del público la calificación que pueda merecer la conducta y posición tomada por Piglia, quien hasta donde yo sé acredita valores propios que hacen absolutamente innecesario asumir modalidades de este tipo. Envío copia al sector "Cartas de lectores" de "La Nación".
LE: 7.596.899
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