Crítica de libros / Narrativa argentina. Un futuro donde todo se duplica
Laura Cardona
El corazón de Doli
Por Gustavo Nielsen
El tema del doble y sus variantes ha interesado a la literatura desde siempre. Relacionado con la identidad reconocida en la imagen de un cuerpo, en un nombre o en un carácter, hoy se ha desplazado al ámbito de la tecnología científica a partir de la clonación y la manipulación genética. ¿Cómo sería una sociedad de gente clonada? Quizá se parecería a La Magdalena, la ciudad ubicada a 500 kilómetros de Buenos Aires donde transcurre El corazón de Doli, la última novela de Gustavo Nielsen (Buenos Aires, 1962), en la que se vuelve a ocupar del cuerpo y del amor (ya no enfermo) en un mundo futuro donde todo se duplica. Aunque hay dobles "naturales", como los tíos mellizos de los protagonistas, la procreación "tradicional", con sexo, casi no se practica. La gente prefiere a los clones, no sólo para lograr hijos "perfectos" sino para conseguir seres sanos que sirvan como proveedores de órganos para los originales.
Víctor es el hermano clonado del deleznable Sergio, ambos hijos del médico reprogenetista de La Magdalena, que a su vez es el narrador intermitente de la novela, un padre ausente pero no tanto. El grupo familiar se completa con Chiqui, la insoportable madre (el apodo proviene de su admiración por Mirtha Legrand) que ama al "original" y detesta al clon, más inteligente y noble. Víctor es maltratado por su madre y su hermano, y asume con docilidad este papel, aunque va a intentar rebelarse a su destino apostando a la fisura del sistema. En este mundo de clones adictos a los caramelos Media Hora hay, además, una franquicia de la cadena yanqui Mc Pollen Fritten, cuya materia prima son los gomosos pollen, pollos clonados pero manipulados genéticamente para que no tengan huesos, plumas, picos ni patas. El gerente del local en que los empleados llevan una sonrisa eternizada por la cirugía plástica es el hermano de Chiqui, que de Patricio pasó a llamarse Patrick y está todo el día vestido de payaso. A este delirio importado se opone el omnipresente Octavio Coto, dueño de una cadena de supermercados y defensor acérrimo de la argentinidad (mate, fútbol, y todo lo que la represente).
El bueno de Víctor se enamora de Dolores, una joven poeta empleada de Mc Fritten que no sabe que es el clon de su hermana Sofía. En este universo pavorosamente inhumano, el amor adolescente de Víctor y Doli -que evoca con intención a la primera oveja clonada- redime a la especie. Sergio, movido por celos o por simple malicia, querrá destruir esta relación y desencadenará una secuencia de acontecimientos que irán abriendo costados insospechados en la estructura social y en la vida de los personajes.
El corazón de Doli despliega su historia en torno al desdoblamiento que cuestiona y amenaza la identidad. Trata de la paternidad, de la reproducción y del sexo, de la familia tradicional y disfuncional y de los sentimientos. Juega con la incorrección voluntaria de un narrador omnisciente que se dice primera persona; potencia hasta el paroxismo la estructura del doble en un paródico juego de Caín y Abel y postula el problema de los derechos de los clones como personas. Con sus personajes cómicos, grotescos, caricaturescos; con escenas tiernas, divertidas, truculentas; con lo amoroso y lo escatológico, Nielsen vuelve a provocar, esta vez con una esperanzadora historia de amor.
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