Un panorama imperdible
La conmemoración del Bicentenario despabiló a última hora la respuesta y programación que la efeméride exige. Estas respuestas tardías, algunas muy improvisadas, merecen atención y alerta. Aluden al repentismo de una sociedad desatenta, fragmentada, aturdida por la proliferación de informaciones epidérmicas, banales, irrelevantes. Aquellas que distraen y descentran la imprescindible atención sobre los núcleos raigales, constitutivos del ser y de la sociedad que la abarca.
En la ribera del Riachuelo, en Fundación Proa, se inauguró una muestra maravillosa referida al movimiento futurista y a su emblemático mentor, Filippo Marinetti. La muestra de Proa antecedió a la martinfierrista en el MNBA. Ambas se complementan, dialogan y se necesitan recíprocamente. Y, al unísono, incitan a repensar sobre el pasado y el presente.
Los dos testimonios fueron largamente precedidos por la programación conmemorativa del Bicentenario que organizó el Pabellón de las Bellas Artes de la Universidad Católica Argentina. Inició la reflexión en 2008 con obras de Antonio Alice, responsable de la iconografía de los constituyentes de 1853. Siguió, en el mismo año, la muestra sobre el bloqueo al Río de la Plata en tiempos de Rosas. En 2009 se presentó Reseña histórica y asomo de Buenos Aires.
Actualmente, y hasta el 15 de mayo, la UCA ofrece una muestra de Alberto Sívori y Francisco Fortuny, pioneros de la formación plástica en el país. La responsable del Pabellón de Puerto Madero, Cecilia Cavanagh, culminará esta programación especial con Escenas del campo, verdadera joya documental y artística del fotógrafo Francisco Ayerza. Contará en la ocasión con la intervención de Aldo Sessa, responsable de las gigantografías que se presentarán.
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