Wilbur Smith: "Prefiero entretener al público, antes que escribir sobre el hambre y las guerras"
El escritor volvió a la Argentina para presentar su última novela, El destino del cazador (Emecé), que ya es best seller en Gran Bretaña y Sudáfrica
Wilbur Smith volvió a la Argentina para presentar su última novela, El destino del cazador (Emecé), que ya es best seller en Gran Bretaña y Sudáfrica, donde vive con su cuarta mujer, Mokhiniso, de Kajikistán, y 40 años más joven que el escritor, de 76 años y nacido en la ex Rodhesia, hoy Zambia.
El autor de libros de aventuras, ambientadas sobre todo en el continente negro, lleva vendidos más de 80 millones de ejemplares en todo el mundo y está traducido a una treintena de lenguas. Educado a la manera británica, lo suyo es el entretenimiento del lector con aventuras ancladas en los siglos XIX y la primera mitad del siglo XX, en la época del esplendor colonizador.
Así lo prefiere, dice Smith en diálogo con LA NACION, porque sus libros hablan sobre "la nobleza de las personas en la época victoriana, la del Imperio británico, porque es un paisaje muy fuerte para mí. No quiero dar mi versión sobre las cosas actuales de Africa. Si hablara de la pobreza, el hambre y las enfermedades no escribiría libros atractivos".
Desde 1964 publica un libro por año. El autor de Donde comen los leones dice que vuelve a la Argentina "porque hay buena caza y buena pesca", que admira "la atmósfera de espontaneidad del país".
-¿Qué conoce de la literatura argentina?
-Algunos nombres, como el de Borges, pero no lo he leído. La traducción es una de las razones, porque en los libros traducidos hay algo que se pierde. Pero además me gusta mucho la literatura en inglés y hay tal cantidad de buenos escritores que no tengo tiempo de leer literatura en español.
-Cuáles son sus referencias literarias ineludibles?
-Cada libro que leo me influye, sea en una forma positiva o negativa. Pero la receta es siempre mía. No imito a nadie. En todo caso veo la obra de otros, como Robert Graves, como un marco de la escritura porque es uno de esos autores que sabe contar historias.
-En la cúspide del éxito ¿se está más expuesto a las traiciones?
-Creo que puedes volverte más vulnerable, pero mi esposa es muy cuidadosa. En la vida he aprendido algunos trucos para defenderme.
-¿Por qué escribe sobre un continente que ya no existe?
-La época victoriana, la del Imperio británico es lo más cercano a mi infancia. Me gusta entretener al público y escribir historias que entretengan con historias fantásticas. Si mis libros estuvieran llenos de guerras, hambre y enfermedades no serían atractivos.
-Pero Africa no es sólo eso.
-Es cierto, pero prefiero escribir sobre la nobleza esencial de las personas, la de levantarse a pesar de las circunstancias y seguir adelante. La época sobre la que escribo tenía su encanto. La historia no tiene por qué ocurrir en 2009. Hoy, la vida humana tiene tanta tecnologia, que le quita glamour y brillo a la vida. Me parece más interesante contar la historia de alguien que tarda tres meses en ir de Africa a Londres. Tiene más que ver con la época en la que nací. Yo ni siquiera uso celular.
-¿Se puede explicar la corrupción de algunos gobiernos africanos en una réplica de los privilegios del colonizador, como sostiene Ryszard Kapuscinski?
-No quiero dar mi opinión personal sobre este tema, porque sé muy poco. Sólo sé lo que leo en los diarios. Me gustaría evitar esta pregunta.
-¿Por qué hay quienes lo señalan como un segregacionista racial?
-Es una absoluta tontería. Las relaciones más fuertes en mi último libro tiene que ver con un hombre blanco y dos negros. Pero hay gente en este mundo que huele mal un ramo de flores.
-¿Qué ha aprendido usted de la gente negra en Africa?
-Admiro sobre todo su fortaleza y su voluntad para sobrevivir en los escenarios más miserables y adversos. He visto niños pequeños , vestidos con harapos, llegar al zoológico antes de la salida del sol, cuando la escarcha es todavía espesa. Van por una razón: quieren educarse, porque saben que es la mejor forma de encaminar sus vidas.
-El sida es una catástrofe en Africa. El papa Benedicto XVI dijo allí que el preservativo no lo detiene, ¿qué opina?
-No quiero cuestionar al enviado de San Pedro. El Papa tiene que dar a conocer y sostener las ideas de la Iglesia Católica.
-¿Pero usted, que vive en Africa, qué opina?
-¡Por supuesto que hay que usar condones! Del mismo modo que si alguien tiene viruela se pone una vacuna. Sólo un tonto puede arriesgarse. El sida es una enfermedad terrible que hay que prevenir. La forma más segura es tener una pareja exclusiva.
-Un reconocido psiconalista argentino, que escribió sobre la crueldad humana, decía que ésta es el fracaso de la ternura. ¿Lo comparte?
-Creo que la crueldad es la marca de la bestia en el hombre. Nos marca de la peor forma como animales, ya que éstos no matan sino para comer. Pero no inflingen dolor a sus presas. en cambio, el hombre es el único animal que es capaz de practicar la crueldad deliberada y que llega a disfrutar cuando atormenta a otro. Me parece terrible.
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