Zulema Maza: más allá de las fronteras

En 2012, Zulema Maza había presentado una serie de fotografías de una joven paraguaya radicada en la Argentina. Esos retratos de Tomasa, intervenidos en forma digital, creaban una atmósfera glamorosa, con reminiscencias del arte sacro. Pocos años después, la artista desarrolla esa iniciativa con Tres fronteras: observando de cerca, que hasta el 3 de agosto puede visitarse en la Sala J del Centro Cultural Recoleta (Junín 1930). Ofrece esta vez un video, poemas y leyendas indígenas y un conjunto de fotos retocadas de otras tres jóvenes inmigrantes o descendientes de inmigrantes que viven en la Argentina. Nadia, que emigró a los doce años desde Paraguay; Esteffany, que viajó con su madre y sus hermanos desde Perú, y Delfina, que desciende de la inmigración europea del siglo XX. Aquello que la artista observa de cerca, y acerca a la mirada de los visitantes, es el legado de las herencias culturales, enriquecidas con filiaciones, costumbres y creencias, que transformaron no sólo sus vidas sino también la cultura local.

Reflexión en imágenes sobre el carácter extranjero que desvanece localismos recalcitrantes y bosquejo sobre la potencia social de las mujeres, Tres fronteras ilumina, con elegancia y humor (si hay algo que las obras de Maza rechazan es la solemnidad), la dignidad de los orígenes y el porvenir de las tres adolescentes. Gracias al artificio de las poses sugeridas, a los agregados digitales de pájaros autóctonos, gotas de lágrimas negras y velos, a la iluminación cenital o frontal y al uso escénico de algunos elementos, las fotos crean una atmósfera elocuente. Nómada ella misma, Maza ensaya una utopía visual sobre un mundo de fronteras abiertas.