El mal momento de River. A Ramón ya le exigen victorias
Los dirigentes sostienen que la continuidad del DT no depende de los éxitos, pero se los pidieron
River sigue dando pasos en falso. En lo que va del torneo Apertura y de la Copa Mercosur, el equipo ni siquiera mostró un atisbo de los buenos rendimientos que tenía hasta no hace mucho tiempo, por lo que los exitosos resultados y los consecuentes logros parecen más lejanos que nunca. Es difícil aseverar que esta pérdida de memoria futbolística desencadenó una crisis entre los dirigentes y el cuerpo técnico, pero es una realidad irrefutable que varios de los directivos están impacientes.
La relación entre los dirigentes y Ramón Díaz no está desgastada, pero se está desgastando. A pesar de que trascendió que la continuidad del riojano en su cargo no depende de los resultados, ya le exigieron una victoria de manera urgente. Dicen que los malos rendimientos y la escasez de triunfos no son determinantes para su futuro, pero lo cierto es que deberá revertir esta racha negativa si quiere que los roces que ya existen no sigan en aumento.
Pero no le será fácil a Ramón Díaz. Porque por lo visto hasta ahora el equipo carece de respuestas y de ideas. Lo mismo da que juegue con el Vélez campeón o con el muleto de Vasco da Gama; el resultado es el mismo: River no gana y su producción es más preocupante que el propio resultado. El técnico intenta -a veces está obligado, por lesiones o suspensiones- realizar variantes tácticas. Leonardo Astrada supo jugar como volante central clásico -con Escudero a su derecha- y también lo hizo dividiendo el medio campo con Marcelo Gómez.
Pero ése no es el problema; el tema es arriba, allá donde el chileno Salas, Francéscoli u Ortega antes eran implacables y ahora Pizzi, Angel o Castillo tienen tan pocas oportunidades para marcar como triunfos está consiguiendo River. Encima, la defensa ya no está tan sólida; cualquier equipo que tiene la mínima intención de atacar se encuentra con posibilidades concretas de gol.
Como atenuante, se podría alegar que, por distintos motivos, River no pudo contar siempre con sus jugadores desequilibrantes -Gallardo, Berti y un promisorio Aimar-, pero esta situación no hace más que desnudar otro déficit: si el rendimiento de un equipo depende exclusivamente de las individualidades será muy grande la desorientación cuando estas no luzcan. Por eso, tanta sensibilidad dirigencial. Por eso, ayer por la tarde, después del entrenamiento, Mario Israel, César Traversone y Norberto Alvarez, integrantes del Consejo de Fútbol, se reunieron en las oficinas del 1er piso del Monumencon con Ramón Díaz para hablar del equipo. Dicen que el Pelado no depende de los resultados, pero se los piden...