Ariel Holan: "El mayor aprendizaje del fútbol con respecto al hockey debe estar en los proyectos a largo plazo"
El DT de Defensa y Justicia, que arrancó a trabajar hace 20 años en el hockey, habla de cómo el éxito de los Leones puede beneficiar al seleccionado de Bauza
Hace un tiempo, la aparición de Ariel Holan como DT en el fútbol sorprendió a muchos. Se hizo desde abajo y comenzó hace 20 años en el hockey , luego se formó con entrenadores como Jorge Burruchaga y Matías Almeyda y terminó teniendo la chance de armar su propio cuerpo técnico. Así, generó admiración por el trabajo que lleva adelante en Defensa y Justicia.
Si bien el caso Holan fue una rareza en la Argentina, no es único en el mundo. En Brasil 2014, el cuerpo técnico de Holanda de Louis van Gaal contaba con dos ex jugadores de hockey, Hans Jorritsma (también había sido parte de la delegación naranja en Sudáfrica 2010) y Max Reckers, quien lo acompañó luego en Manchester United. En Alemania, Bernhard Peters tuvo una exitosa carrera en el hockey y luego migró al fútbol. Trabajó junto a Jürgen Klinsmann y Joachim Löw y es considerado clave en el proceso que recorrió el juego de Alemania. Actualmente es el director deportivo del Hamburgo, cargo que también desarrolló en otros clubes de la Bundesliga. Conocedor de ambos ámbitos (dirigió al seleccionado femenino de hockey sobre césped de Uruguay en los Juegos Panamericanos de 2003), Holan da su visión de cómo el éxito de los Leones puede servir de aprendizaje para el fútbol.
–¿Qué es lo que el fútbol puede tomar del hockey?
–Siempre un deporte puede tomar cosas de otro, es bueno el intercambio. Ocurre que como el fútbol y el hockey se juegan con equipos de 11 jugadores puede pensarse que hay muchos puntos de conexión. Hoy eso pasa poco, porque en el hockey cambiaron mucho las reglas, el partido se divide en cuatro etapas, los cambios son permanentes, no hay fuera de juego, el gol sólo vale dentro del área. Antes, cuando había posición adelantada y sólo se permitían dos cambios sí eran deportes más comparables. En esa época, que yo era entrenador de hockey, me nutría mucho del fútbol, iba mucho a ver los entrenamientos de Carlos Griguol.
–¿Vos qué pudiste llevar de un deporte al otro?
–El aspecto más transferible tiene que ver con alguna disposición táctica en la ocupación de espacios, los modelos de pase y recepción, la dinámica y el hecho de que la pelota se juega mayormente a ras del piso. Pero la simetría entre los dos deportes se fue alejando por los cambios reglamentarios.
–¿Y en las prácticas, la planificación y la organización?
–Los deportes de conjunto de alto rendimiento responden a patrones comunes en la planificación de microciclos, macrociclos y mesociclos. Los ejercicios de superioridad númerica también se pueden adaptar. Hay tres preceptos clave: capacitación de los entrenadores, continuidad de trabajo y amplitud de trabajo.
–El hockey, entonces, puede ser un modelo.
–Los mejores modelos del fútbol están dentro del propio fútbol, que tiene sus progresos propios. Es más fácil mirar para otro lado que estudiar al Ajax de Cruff, el Barcelona de Messi, los procesos de entrenadores como Guardiola, Mourinho, Jurgen Klopp, Bielsa, Simeone o Sampaoli, la revolución del fútbol alemán, los dos títulos de Chile. La solución del fútbol está dentro del fútbol, al margen de los buenos aportes que puedan sumarse desde otras vertientes.
–¿Cuánto influyó en el logro de los Leones la continuidad del DT Carlos Retegui?
–Muchísimo, pero no sólo se dio en el hockey, sino en otras disciplinas grupales e individuales. Ahí está . El mayor aprendizaje de estos Juegos Olímpicos para el fútbol debe estar en los proyectos a largo plazo. Que Julio Velasco siga al frente del seleccionado de voley es empezar a ganar una medalla dentro de cuatro años. Los directivos del fútbol tienen que aprender a confiar en los proyectos, y sostenerlos más allá de los resultados eventuales, porque eso te va a llevar a donde vos querés.
–¿En los otros deportes sí sucede?
–Este logro del hockey tiene que ver con un proceso de 30 años que se inició con Luis Ciancia. Se logró el oro con un gran entrenador como el Chapa Retegui y con una camada espectacular de jugadores, insertados en el ámbito profesional, pero es el resultado de un camino muy largo. Lo mismo pasó con el rugby, que del grupo improvisado que fue al primer mundial se llegó a un equipo que ahora es semifinalista y entonces recauda un dinero muy importante que reinvierte en seguir creciendo. Pasó también en básquebol cuando León Najnudel pensó todo lo que vino después. Y también crecieron el vóley, el handball y otro montón de deportes.
–¿Y cómo podría hacerlo el fútbol?
–Desde su dirigencia. Deberían juntarse con la gente de COA, de la UAR, de la Confederación Argentina de Hockey, entre otros, y escuchar qué fue lo que hicieron para lograr los avances sostenidos que consiguieron. Sin caer en el exitismo de las medallas de hoy, porque esa foto nos emociona a todos, pero hay que ver la película completa para entender cómo se llegó ahí.
–¿Cómo se podría avanzar desde esos modelos?
–El fútbol tiene grandísimos entrenadores, gente muy capaz que es la que puede aportar soluciones; que –como decía– están dentro del fútbol y no en entro lado. Pero hay que crecer y aprender, para lo que se necesita generar procesos de trabajo, profundizar las metodologías de entrenamiento, capacitación de los entrenadores, reformulación del fútbol infanto-juvenil...
–¿Sirven las comparaciones?
–En este caso no, porque se cae en cuestiones infundadas que son injustas con el fútbol, como cuando se dice tal o cual tiene la pasión, el coraje y siente la camiseta de una manera que no lo hacen los jugadores de fútbol. Y eso es una falsedad y una pavada. Valorar lo que se hizo en estos juegos olímpicos no tiene que hacerse en desmedro del fútbol, porque eso no construye nada y genera confusión. El fútbol necesita repensarse desde el fútbol y revisar y corregir sus estructuras. Ahí sí tiene el espejo para ver cómo lo hicieron otros deportes en la Argentina.
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