Los octavos de final | Momentos decisivos. Aumenta la presión para el seleccionado de Alemania
Su propio técnico, Jürgen Klinsmann, admitió que perder en esta instancia sería una catástrofe; Michael Ballack afirmó que deberán mejorar su juego
BERLIN (DPA).- Aumenta la presión para la selección de Alemania. A partir de ahora ya no se podrá permitir ni un solo error, ya que eso puede significar el fin de su sueño en su propia tierra y la amarga sensación de ver desde la tribuna cómo se desarrolla la etapa final del torneo.
Pero la mayor presión, sin embargo, no viene de afuera, sino de parte del propio entrenador del equipo, Jürgen Klinsmann, quien fijó ayer como parámetro personal del éxito de su equipo estar como mínimo entre los cuatro mejores del torneo.
"No se puede perder en octavos o cuartos de final. Esto es muy simple. Como país futbolero que somos, eso sería una catástrofe", indicó el entrenador.
Asimismo, tanto su capitán, Michael Ballack, como el arquero Jens Lehmann reconocieron la situación especial. Ballack requirió a sus compañeros de plantel concentración absoluta a partir de ahora, ya que "un sólo error puede significar el fin de todo". Lehmann, por su parte, admitió que ya se siente cómo crece la presión y expresó: "Llegó el momento de la verdad".
Ballack también dejó en claro que Suecia será el primer rival de fuste que les toca enfrentar. "Lo hemos hecho bien hasta ahora, pero tenemos que dejarlo atrás. Suecia es nuestro primer rival realmente difícil. Este equipo tiene que mostrar que puede ser mejor y ver si podemos concretarlo contra Suecia", comentó. Al mismo tiempo, el mediocampista recientemente incorporado por el Chelsea, opinó que se tratará de un partido intenso en el que los suyos deberán mejorar el juego que vienen ofreciendo hasta el momento.
Por su parte, el entrenador germano reconoció que los suecos tienen con Henrik Larsson, Zlatan Ibrahimovic y Freddie Ljungberg jugadores que infunden mucho respeto. Pero señaló que su equipo hará lo propio "para molestarlos y complicarles el juego".
Para Klinsmann, la llave del partido de octavos, que se jugará el próximo sábado en el estadio de Munich, será el ritmo vertiginoso que pueden jugar ambos equipos. "Pero nosotros, somos capaces de aumentar aún más el ritmo, en cualquier momento", advirtió.
Si bien reconoció que los suecos tienen muy buenos jugadores, señaló que en su propia escuadra tiene futbolistas que pueden decidir ellos solos un partido, como Miroslav Klose, Ballack e, incluso, el propio Lukas Podolski.
Klinsmann sabe que en el momento en que empiece el partido, el sábado por la tarde, su destino y el del equipo ya no estará en sus manos. "Es el momento en el que sabemos que desde el borde de la línea ya no se puede hacer nada. A partir de ahí, es asunto de ellos [los jugadores]. Es su partido, su cancha. Siempre fue y será un partido que deciden los jugadores", explicó.
- Fuertes en el medio y buenos marcando
"Son fuertes en el mediocampo y buenos marcando. Se mueven bien. No es un equipo fácil". Así definió Michael Ballack a su próximo rival, aunque admitió que él cree que Alemania deberá concentrarse en su propio juego y no en el de los rivales