El 30 por ciento de la grilla 2025 no había nacido cuando Fernando Alonso debutó en la Fórmula 1 y ahora correrán con él
El asturiano, con 43 años, es el piloto de mayor experiencia del calendario; Antonelli, Bearman, Bortoleto, Doohan, Hadjar y Lawson, los jóvenes que renuevan y bajan la edad promedio
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Circuito de Albert Park, en Melbourne. Veinticuatro años atrás, Fernando Alonso se estrenaba en la Fórmula 1, con Minardi, en el Gran Premio de Australia. El asturiano es el único de los 22 pilotos que formaron la parrilla en la apertura del calendario 2001 con vigencia en el Gran Circo. A los 43 años, el bicampeón del mundo de la categoría mantiene la voracidad, se esfuerza por agigantar su figura, lograr nuevos triunfos y el exhibe el espíritu inalterable para pulsear con los jóvenes talentos que no habían nacido cuando él vio la bandera en el 12° puesto, a dos giros de Michael Schumacher (Ferrari), el ganador.
El 30 por ciento de los apellidos que fueron inscriptos como titulares para este año conocen detalles de aquella rocambolesca carrera por videos, la lectura de algún periódico, revista, o comentarios que alimentan la historia en el paddock. El debut de Alonso coincidió con la irrupción de otros tres nombres: un campeón del mundo como Kimi Raikkonen (Sauber), un excampeón de CART y que sumó seis éxitos en la F.1, como el colombiano Juan Pablo Montoya (Williams), y el brasileño Enrique Bernoldi (Arrows), el primer producto que lanzó a las pistas Red Bull Junior Team; también fue de la partida Gastón Mazzacane (Prost), que no completó el primer giro por problemas en los frenos, una señal de lo que sería la breve aventura del platense en aquella temporada: Luciano Burti lo reemplazó a partir de la quinta fecha.
El mismo escenario australiano abrirá el fuego en 2025, recuperando el lugar de primer episodio que le arrebató en 2020 la pandemia mundial de Covid y más tarde Bahréin. Ahí estará Alonso, al frente del proyecto Aston Martin, un plan que lo atrapó dos años atrás y que arrojará novedades de calibre la próxima campaña con el desembarco de los motores Honda para los autos de la fábrica con sede en Silverstone. La idea tendrá un plus: los autos serán diseñados por el exitoso ingeniero Adrian Newey. El ovetense, que corrió con Jos Verstappen (Arrows) en su presentación, ahora lo hará con el hijo del dueño de Aston Martin (Lawrence Stroll), Lance Stroll. En el recorrido, Alonso, que estuvo dos años fuera de servicio en el Gran Circo al no descubrir una motivación ante el derrumbe de McLaren, observó cómo se modificó la grilla, cómo se renovaron los rivales –Lewis Hamilton, del que fue compañero en su debut en McLaren, en 2007, es contra quien más veces batalló– y cómo seis pilotos rejuvenecen la categoría.
De repetir entre 2023 y 2024 por primera vez en la historia las alineaciones de los diez equipos, la F.1 pasó a revolucionar el mercado de pases. Apenas dos estructuras mantendrán a sus dos pilotos: McLaren, con Lando Norris y Oscar Piastri, y Aston Martin, con Alonso y Lance Stroll. Tres debutantes absolutos y tres pilotos con un puñado de experiencias, aunque por primera vez iniciarán el calendario, agitará la parrilla. No resultó una sorpresa, son ciclos que se producen cada con un intervalo aproximado de diez años, y las escuderías dieron señales de que 2025 era un año de recambios: la finalización de los contratos de 14 pilotos al final de la temporada 2024 y la confirmación temprana de Andrea Kimi Antonelli como reemplazo de Hamilton en un gigante como Mercedes, una marca firme de lo que el paddock proyectaba. Detrás del italiano, de 18 años –el más joven de los 20 pilotos titulares en 2025-, se sucedieron los nombramientos de Oliver Bearman (Haas), 19 años; Isack Hadjar (Racing Bulls), 20 años; Gabriel Bortoleto (Sauber), 20 años; Jack Doohan (Alpine), 22 años y Liam Lawson (Racing Bull Racing), 23 años.
Con la joven guardia la F.1 se remozará. El promedio de edad de la categoría el año pasado fue de 28,05 años y para el nuevo calendario pasará a ser 25,15. Las bajas de Valtteri Bottas (35) –será piloto reserva de Mercedes–, Daniel Ricciardo (35), Sergio Checo Pérez (35) y Kevin Magnussen (32), un póquer de apellidos que avejentaba la grilla. Aston Martin será la escudería de mayor promedio de edad, con Alonso (43) y Stroll (26), mientras que el binomio de Racing Bulls, Yuki Tsunoda (24) y Hadjar (20), el de más bajo.
La parrilla se fue depurando desde aquel gran premio australiano de 2001. Entre 2006 y 2007 asaltaron la pista tres campeones del mundo, como Nico Rosberg, Sebastian Vettel y Hamilton; en 2015, Max Verstappen y Carlos Sainz Jr. iniciaron la aventura en Toro Rosso; en 2018, Charles Leclerc y un año después el trinomio Norris, George Russell y Alexander Albon dieron el presente. La historia señala que la edad promedio de la F.1 bajó con el paso de cada década desde 1950. El primer gran premio, en Silverstone, la edad promedio fue de ¡39 años! y dos de los pilotos superaban las cinco décadas: Luigi Fagioli, escolta del ganador Giuseppe Farina, presentaba 51 años; el francés Philippe Etancelin, 53.
La experiencia era un valor agregado en la evaluación: el ingreso de novatos se observaba como un riesgo, porque los pilotos con más kilometraje debían relacionarse y entender las nuevas dinámicas de los rivales. Con la maquinaria de las academias de pilotos en marcha y ofreciendo espacios en pruebas libres, horas en el simulador y los TPC (Testing of Previous Car), los rookies llegan con vínculos concretos con el equipo de F.1. El debut de Franco Colapinto, con nueve fechas para la finalización del calendario, una muestra de cómo un piloto de reserva o prueba se adapta con rapidez al escenario, aunque cada autódromo pueda significar un desafío nuevo, porque solo lo conoce por ensayos en el simulador.

“Cuando llegan a la F.1 no todo les es ajeno. Saben qué hacer con los neumáticos. Saben qué esperar. Los circuitos en los que nunca condujeron no les son tan extraños. El circuito virtual en el que manejan en el simulador es tan bueno que en realidad se ve igual: tiene el edificio que en el circuito está a la izquierda, el piloto sabe que se frena justo después del árbol a la derecha… Creo que mucho de lo que hacemos con nuestros jóvenes pilotos es tarea de escuela: no reunimos con ellos durante una hora tres días en la semana y hablamos de cómo funciona el auto y lo que el equilibrio de los frenos está haciendo, cómo debe gestionar los neumáticos…”, explicó Jock Clear, líder de la Academia Ferrari de Pilotos, cuando Bearman reemplazó a Sainz Jr. en Arabia Saudita.
“Los de antes era competidores muy duros, ahora llegan más preparados gracias a las academias. El trabajo en simuladores, la tecnología avanzada y la cantidad de datos disponibles les permiten mejorar rápidamente. Pero la F.1 es un deporte muy duro: no hay regalos y no hay mucho tiempo”, comentó el año pasado Alonso, en una charla con Financial Times. El ovetense apuntaba a la necesidad de sumar kilómetros en la pista más que en un simulador, de que no se trata de brindarle apoyo financiero, enfundar a un adolescente con los colores oficiales de una escudería de F.1 y esperar resultados en las categorías teloneras del Gran Circo. Para entender el valor de un piloto, las estructuras observan y analizan qué oportunidades tuvieron esos jóvenes y en qué equipos, si eran conjuntos de punta o si por no contar con el presupuesto renunciaron a pruebas…
La parrilla de la F.2 se revalorizó con los últimos ascensos y las escuderías tienen una tarea más compleja al momento de las elecciones. En el pasado siempre se creyó que si se gana el campeonato es justo que tenga una oportunidad en la F.1, pero ahora los ingenieros analizan a todo el plantel de pilotos y no solo al campeón. El que gana el título es buen piloto, pero que alguien no haya ganado no implica que no lo sea. Norris fue subcampeón de Russell y tiene el mismo mérito para estar en la F.1.
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