Juan Manuel Fangio: cinco momentos clave de su vida, a 24 años de su muerte

El 17 de julio de 1995, fallecía Juan Manuel Fangio a los 84 años de una bronconeumonía, tras padecer diversos problemas de salud que lo tuvieron a maltraer en los últimos tiempos de su vida. Desde entonces, si bien el piloto nacido en Balcarce ya era un mito viviente del automovilismo, su paso a la eternidad acrecentó aún más su figura.

Al cumplirse 24 años de su muerte, El Chueco, tal su apodo, es considerado como uno de los pilotos profesionales más destacados del automovilismo. De hecho, aún está ubicado en el segundo puesto del podio histórico de los corredores de Fórmula 1 con más títulos en su haber. Un récord al que llegó tras consagrarse quíntuple campeón de F1 en 1957 y que fue durante un buen tiempo la obsesión de Michael Schumacher, quien recién pudo superarlo en 2003.

A continuación, 5 momentos clave de su vida:

La primera vez que Fangio condujo un auto

Al año siguiente de incorporarse a la concesionaria Rugby, aprendió a conducir vehículos y reparar maquinarias agrícolas. "La primera vez que manejé... Me subí al auto, arranqué, empecé a andar y cuando vi que podía doblar y frenar tuve la impresión de que el auto tenía vida... De chico, siempre miraba cómo manejaban los mayores. Y aprendía mucho en los ómnibus", dijo Fangio al respecto de su primera experiencia. Luego, a los 16 años, compró su primer vehículo: un Overland.

El debut oficial de Fangio como piloto

El 27 de marzo de 1938, a sus 26 años, debutó oficialmente como piloto en el circuito de Necochea, con un Ford V8 que compró con la ayuda económica de sus amigos. En la segunda serie salió tercero luego de marcar el quinto tiempo en la clasificación, aunque en la general quedo séptimo.

El inicio de la larga lista de campeonatos

Luego de varios intentos, en octubre de 1940, llegó su primer gran logro. Lo concretó durante el Gran Premio Internacional del Norte, después de recorrer 9445 kilómetros entre Argentina, Bolivia y Perú. En esa competencia ganó su primera carrera en Turismo Carretera. Su triunfo lo alcanzó arriba de un Chevrolet 1940 que adquirió con una rifa. Fangio clasificó como Campeón Argentino de TC y se convirtió en el primero para la historia de Chevrolet.

Su ingreso a la Fórmula 1 y el inmediato ascenso a un récord histórico

En la F1, Fangio debutó en el equipo de Alfa Romeo en el primer Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de 1950. Su primera victoria llegó en Mónaco y la segunda la logró en el Circuit des Remparts de Angulema con Maserati. Mientras que su primer título lo ganó en 1951 con un Alfa Romeo 159 en 14 competencias. British Racing Motors, Mercedes y también Ferrari, fueron otras de las que escuderías con las que corrió y con las que al cabo de tan sólo 7 años, ya era quíntuple campeón mundial de la categoría; récord que ostentó hasta 2003 y luego fue superado por Schumacher.

Secuestro de Fangio en Cuba

En febrero de 1958, mientras se encontraba en La Habana para participar del Gran Premio de Cuba, Fangio fue secuestrado por el Movimiento 26 de Julio en Sierra Maestra. La organización político-militar, comandada por Fidel Castro, entendió que la operación sería una buena manera de difundir sus ideas y de ridiculizar al gobierno de Fulgencio Batista. El "Chueco" fue capturado en el hall del del Hotel Lincoln por un joven que le pidió -con un arma de fuego en mano- que lo acompañara, luego lo trasladó al departamento de otros integrantes del movimiento que le explicaron que la intención de su secuestro era difundir sus ideales. Al cabo de 26 horas el piloto fue liberado y declaró: "Me han tratado de un modo excelente... En verdad, tuve las mismas comodidades que si hubiera estado entre amigos... Si lo hecho por los rebeldes fue por una buena causa, entonces, como argentino, yo lo acepto como tal". Un año y medio después, luego de la asunción de Fidel Castro, fue designado "Invitado de honor" de Cuba. El episodio fue llevado al cine por el director Alberto Lecchi en Operación Fangio (1999), cuyo protagonista es Darío Grandinetti, quien interpreta al balcarceño.