TC: Werner ganó en Toay y es la bandera de Ford para ilusionarse con el título
Llegó a la anteúltima fecha del campeonato con un único objetivo: ganar. No entraba en los planes de Mariano Werner extender en el tiempo el plazo para llenar el casillero que debe cumplimentar todo piloto para calzarse la corona en Turismo Carretera. El paranaense se enfocó desde que arribó a Toay en ejecutar la tarea pendiente y así alimentar el sueño de consagrarse en el Gran Premio Coronación, que se desarrollará el 10 de diciembre, en Centenario, Neuquén. Las estadísticas certifican la supremacía de Ford en el autódromo pampeano: sobre 11 visitas, los usuarios de la marca celebraron en seis oportunidades. Y Werner lo hizo, como en 2016, cuando se impuso en la segunda de las dos presentaciones que hizo la categoría en ese escenario en aquella temporada. Desde entonces, Torino marcó el pulso, con los éxitos de Facundo Ardusso y Alan Ruggiero.
"Corrí a muerte, porque sabía que no se nos podía escapar. Nos merecíamos este triunfo", dijo Werner, camino al podio, a la transmisión de TV. Durante el fin de semana fue la referencia: el mejor tiempo en los entrenamientos del viernes; pole el sábado; la serie clasificatoria más rápida le dio el mejor lugar de largada para la final y por último el triunfo, que asoma con cierta luz en los cronómetros, pero que resultó trabajoso porque debió soportar los ataques de Agustín Canapino (Chevrolet) en cada uno de los tres relanzamientos. Jonatan Castellano (Dodge) completó el podio y fue, junto a Juan Cruz Benvenutti (Torino) y Mauricio Lambiris (Ford), los pilotos de último minuto que se clasificaron para la definición de la Copa de Oro.
Werner acumula nueve temporadas consecutivas cosechando al menos una victoria en TC. El año anterior a iniciar la racha, en 2010, el entrerriano fue el piloto que mayor cantidad de puntos cosechó en el campeonato y en la Copa de Oro, pero no marcó victorias –requisito para pintar el N°1– y la corona fue para Agustín Canapino, que así se convertía en el campeón más joven de la historia del TC.
Ahora, Canapino tiene el rótulo de bicampeón defensor y el 2do puesto le posibilita viajar a la última competencia en condición de líder de la Copa de Oro, con 157,5 puntos; el éxito le permitea Werner ser la principal bandera de Ford y la mayor amenaza para el arrecifeño: 10,5 unidades lo separan, con 70,5 en disputa. El perdedor de la visita a Toay fue Valentín Aguirre (Dodge), que antes de largar la competencia final aventajaba por medio punto a Canapino en la Copa de Oro; el piloto del JP Carrera marchaba 3ero, pero en el último giro rompió el neumático delantero derecho, se despistó –en ese sector los autos logran una velocidad de 270km/h–, finalizó 20mo y en la pelea por el título retrocedió al cuarto escalón, a 21 puntos de Canapino.
El JP Carrera lideró 12 de las 14 fechas de la temporada: primero, y a partir de la 2da fecha, en Neuquén, con José Manuel Urcera (Chevrolet); después, con Aguirre... En el capítulo final, Canapino, que en las dos últimas temporadas remontó desde atrás, es quien conduce el lote y el que mejores rendimientos obtuvo en la Copa de Oro: dos triunfos, un 2do puesto y el 13er lugar en Paraná.
Catorce de los 15 pilotos, Christian Ledesma (Chevrolet) es la excepción, arribarán al autódromo neuquino con posibilidades matemáticas de ser campeones. La actualidad, el presente competitivo, recorta el número de aspirantes a la mitad. Canapino –el único que logró coronarse–, Werner, Urcera, Aguirre y Castellano –a 36,5 puntos–, el quinteto que atrapará la atención el 10 de diciembre; se intercala Juan Bautista De Benedictis, quien adeuda la victoria para ser campeón.
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